La brecha de género en el empleo en la Unión Europea

Italia, Grecia y Rumania son los países donde mayor desigualdad hay entre las tasas de empleo de hombres y mujeres


La incorporación de la mujer al mercado laboral en el último siglo, así como las reivindicaciones del feminismo, han hecho de Europa una de las regiones más avanzadas en términos de igualdad de género. Sin embargo, estos avances todavía están muy lejos de cerrar la brecha que existe entre hombres y mujeres a nivel laboral: en 2023, la tasa de empleo masculina aún era de media diez puntos superior a la de las mujeres en el espacio comunitario.

La brecha de género en el empleo, que se define como la diferencia entre las tasas de empleo de hombres y mujeres de 20 a 64 años, sigue persistiendo en muchas regiones de la Unión Europea, aunque ha descendido en medio punto desde 2022, cuando la diferencia era de 10,7 puntos.

En términos generales, son las mujeres las que siguen asumiendo la mayoría de las responsabilidades de cuidado no remuneradas, que se multiplican una vez se accede a la maternidad y afectan a las carreras laborales. Además, las mujeres también siguen enfrentando numerosos prejuicios y falta de oportunidades que les impide acceder a determinados puestos de trabajo, una realidad que es bastante más palpable en las regiones del sur y el este europeos.

Concretamente, es en Grecia, Italia y Rumanía dónde se concentran las regiones con mayores brechas de género en el empleo: casi treinta puntos separan la tasa de empleo de hombres de la de las mujeres en las regiones de Campania y Puglia, en el sur de Italia, y de Sterea Elláda, en el centro de Grecia. De hecho, todas las regiones europeas con brechas de género superiores a los veinte puntos en sus tasas de empleo corresponden a regiones griegas, italianas o rumanas.

Son regiones con un elevado desempleo y un PIB bajo en comparación con la media nacional. La región de Campania, por ejemplo, cuenta con el segundo dato de desempleo mayor de toda la UE, de cerca de 20%, con un importante peso de la economía sumergida.

Fuera de estos países, otras regiones con brechas significativas —entre los 15 y 20 puntos— son Ceuta y Castilla la Mancha, en España, y algunas regiones en el este de Polonia y de Chequia.

Italia, el país que acoge las regiones con la mayor diferencia de género, es también el país del espacio comunitario en el que la brecha de género en las tareas del hogar es mayor: más de 25 puntos separan el porcentaje de hombres del de mujeres que realizan tareas domésticas más de tres días a la semana. En Grecia, esta diferencia en las tareas del hogar alcanza los veinte puntos.

Aunque Europa es líder mundial en igualdad de género, con un 76,3% según el Global Gender Gap Report, todavía persisten desigualdades significativas en ámbitos como la política, la economía y el trabajo doméstico. Las siguientes regiones por nivel de paridad son América del Norte (75%) y América Latina, Eurasia y Asia Central (69%).

En cuanto al empleo, en 2019 las instituciones comunitarias se propusieron reducir a la mitad la brecha de género para 2030. Se fijo un objetivo de 5,8 puntos máximos de diferencia en la tasa de empleo que cumplen actualmente 55 regiones, es decir, una de cada cinco. La mayor parte de ellas se encuentran en el centro y norte del continente.

En Finlandia, tres regiones destacan por tener tasas de empleo más altas para las mujeres que para los hombres: las islas Åland, Finlandia del Sur y Finlandia del Norte y Este.

En general, Finlandia tiene, junto con Suecia, la menor brecha de género en el empleo de la UE, y cuenta con una tasa de empleabilidad general cercana al 80%. Las políticas del país, que promueven la conciliación de la vida laboral y familiar, juegan un papel crucial en lograr esta paridad en el mercado laboral, incluso en zonas rurales.

Otras regiones de la Unión Europea donde la brecha de género en el empleo es casi inexistente (inferior a dos puntos) incluyen Bratislava, las regiones francesas de Borgoña y Auvernia, Mellersta Norrland (Suecia), y las regiones capitales de Lituania y Croacia.


Fuente: La brecha de género en el empleo en la Unión Europea

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