Es hora que el debate sobre la reducción de la jornada de trabajo, comience a dar resultados para toda Europa

El dictamen exploratorio solicitado por la presidencia polaca del Consejo de la UE, que dirige UGT en el CESE, alcanza la fase de conclusiones.


El pasado día 7, tuvo lugar un intenso debate entre el grupo de los trabajadores en el CESE y el grupo de los empresarios, en torno a las conclusiones que la portavoz de este dictamen, la Secretaria de Políticas Europeas de UGT, presentó para debate.

El tiempo dedicado al trabajo es uno de los aspectos que más influye en la calidad de vida de las personas y resulta clave en la organización eficiente de la actividad económica de las empresas.

Las innovaciones tecnológicas derivadas de la digitalización de la economía y de la vida social generan numerosos desafíos y oportunidades para el crecimiento económico y mejora del bienestar de los trabajadores. Las experiencias de reducción de la jornada de trabajo, permiten mejora el bienestar, físico y mental, de las personas trabajadoras, con ganancias de eficiencia.

Aunque según datos de Eurostat, la jornada media europea está en torno a las 37 horas semanales, hay una gran diferencia entre países y sectores de actividad. Existe una relación positiva entre las jornadas menos prolongadas y la productividad: a menor jornada promedio semanal mayor productividad. De ahí la multiplicación de las experiencias de reducción de la jornada laboral en varios países y con diferentes soluciones. Por lo general, la evaluación de estas experiencias es muy positiva, en términos de mejora del bienestar de las personas trabajadoras y de ganancia de productividad, aunque las diferencias entre sectores, empresas y países son notables.

El carácter sectorial y empresarial de la mayoría de estas experiencias sitúa a la negociación colectiva en una posición adecuada para avanzar en esta dirección. No obstante, es necesaria la adopción de acciones por parte de las instituciones comunitarias y de los Estados miembros, sea en forma de incentivos o acciones legislativas, para que estas experiencias alcancen al mayor número posible de sectores y empresas y el alcance sea general.

Es un valor añadido introducir nuevos modelos de reducción del tiempo de trabajo, incluida una semana laboral de 4 días, por ello pedimos la promoción de los mismos en vista también de la importante escasez de mano de obra, la reducción de la población en edad laboral y la búsqueda cada vez mayor de un equilibrio entre la vida laboral y personal. También estos aspectos son clave para la captación y retención de talento en las empresas.

Hay en estos momentos ya un extenso catálogo de proyectos piloto de reducción de la jornada en practicamente todo el mundo. Entre los proyectos piloto sobre la reducción del tiempo de trabajo, destacamos el de Eurofound, impulsado por el PE: «Working time reduction with a focus on the four-day week» , que afirma en sus primeras conclusiones: «La reducción del tiempo de trabajo mejora la productividad, la salud mental y reduce el estrés, y es clave para un equilibrio sostenible en el contexto actual de transformación digital. También contribuye a prevenir las enfermedades relacionadas con el trabajo y a reforzar el bienestar general de los trabajadores».

Por ultimo, una medida necesaria por su incidencia en el equilibrio general del tiempo de trabajo es la desconexión digital. Es por ello que animamos a las instituciones comunitarias para que aceleren el reconocimiento de la desconexión digital como un derecho para todas las personas trabajadoras de la Unión. Las políticas de desconexión digital y los sistemas de registro de jornada en las organizaciones son garantías irrenunciables, según la jurisprudencia del TJUE, para garantizar la efectividad de las normas relativas al tiempo de trabajo, incluidas, en su caso, las de reducción de la jornada

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