«La vivienda: una cuestión de Derechos Humanos» por Mari Carmen Barrera

Por Mari Carmen Barrera, Secretaria de Políticas Europeas de UGT y Vicepresidenta del Grupo de Trabajadores del Comité Económico y Social Europeo (CESE) para la revista «Homeless in Europe» de Feantsa Europa


La vivienda es un derecho fundamental esencial para el desarrollo personal y profesional de un individuo. Sin embargo, 895.000 personas se encuentran sin hogar una noche cualquiera en Europa1 , lo que supone una grave limitación y violación de sus derechos de ciudadanía europea.

La Comisión Europea puso en marcha la Plataforma Europea de Lucha contra el Sinhogarismo (EPOCH) en 2021, tras la firma de la Declaración de Lisboa, con una fuerte participación del Comité Económico y Social Europeo (CESE) en su junta directiva. A pesar de este positivo avance, la vivienda se está convirtiendo cada vez más en un bien especulativo en toda la Unión Europea. El aumento de los precios de la vivienda está alejando a muchas personas de la posibilidad de poseer una vivienda en propiedad, lo que afecta gravemente a las personas sin hogar o en situación de exclusión residencial, así como a los jóvenes, las mujeres, los inmigrantes y otros grupos vulnerables.

Los agentes sociales y la sociedad civil deben hacer campaña urgentemente para que las políticas de vivienda se incorporen a la agenda política. Es crucial que las fuerzas progresistas refuercen su discurso reconociendo la vivienda como la columna vertebral de una sociedad justa.

Según el CESE, la falta de acceso a una vivienda digna agrava las desigualdades y limita las oportunidades de integración social y laboral. En nuestro dictamen de iniciativa «Por un marco de la UE para las estrategias nacionales sobre las personas sin hogar basado en el principio de “Housing First”», abogamos por una estrategia de la UE sobre las personas sin hogar que integre plenamente la Plataforma EPOCH. Esta integración permitiría incluir las políticas nacionales de lucha contra el sinhogarismo en el proceso del Semestre Europeo. Esta estrategia también debería estar respaldada por una Recomendación del Consejo sobre el sinhogarismo. Además, debemos abordar la cuestión de las violaciones de los derechos humanos, por lo que instamos a la Agencia de Derechos Fundamentales a dar prioridad a abordar la criminalización y penalización de las personas que viven en la calle como una preocupación clave en materia de derechos humanos.

En la Unión Europea, el acceso a una vivienda adecuada es un reto cada vez mayor. Este aumento pone de manifiesto la urgente necesidad de políticas eficaces que garanticen el acceso a la vivienda. Nuestro dictamen subraya el hecho de que las inversiones en vivienda asequible no sólo benefician a las personas, sino que tienen un impacto positivo en la economía al reducir los costes asociados a la falta de vivienda, como los servicios de urgencia y la asistencia sanitaria.

Para combatir el sinhogarismo y garantizar que la vivienda deje de ser un bien especulativo, necesitamos una acción coordinada y políticas públicas sólidas que garanticen el acceso de todos a una vivienda adecuada. Esto incluye medidas como la regulación del mercado del alquiler, la construcción de viviendas sociales y la aplicación de políticas que protejan a los inquilinos de los desahucios injustos. Además, EPOCH debe seguir promoviendo activamente Housing First como solución sistémica al problema crónico de las personas sin hogar. En nuestro dictamen del CESE proponemos lanzar un programa europeo de formación para aumentar la aceptación de esta solución.

Erradicar el sinhogarismo en Europa exige integrar las medidas relativas a las personas sin hogar en todas las políticas sociales europeas. A tal fin, instamos a la Comisión a que siga abordando el problema de las personas sin hogar en todas las acciones y estrategias pertinentes de la UE. Abogamos por que la Comisión Europea lleve a cabo un estudio sobre el creciente número de personas sin hogar a pesar del empleo, ya que nos preocupa el alcance y la naturaleza de este problema, así como el creciente número de ciudadanos de la UE sin hogar y con movilidad. Por lo tanto, proponemos que la Autoridad Laboral Europea proporcione orientaciones a los Estados miembros sobre cómo abordar estas cuestiones.

El recién elegido Parlamento Europeo tiene un papel crucial que desempeñar en este desafío. Como fuerzas progresistas, debemos estar firmemente comprometidos con la causa de la vivienda, entendiendo que sin una vivienda digna no puede haber verdadero progreso social ni mejora de la calidad de vida de las personas. Es hora de que los gobiernos y las instituciones europeas tomen medidas decisivas para garantizar que la vivienda sea tratada no como un mero activo de inversión, sino como lo que realmente es: un derecho humano fundamental. Sólo así podremos construir una sociedad más equitativa y solidaria.

Uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos como sociedad es reconocer que sin resolver el problema de las personas sin hogar y el acceso a la vivienda no puede haber equidad ni justicia social. Una vivienda adecuada es esencial para que las personas alcancen su pleno potencial y contribuyan activamente a la sociedad. Abordar esta crisis es crucial para construir un futuro más justo basado en el principio de solidaridad. En definitiva, construir la Europa que todos queremos.

Sin resolver el problema de las personas sin hogar y el acceso a la vivienda, no puede haber equidad ni justicia social.

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