Informe de Eurofound «Digitalización ética en el trabajo – De la teoría a la práctica»

La Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo (Eurofound), ha publicado el informe “Digitalización ética en el trabajo: De la teoría a la práctica” que hoy os presentamos adaptado en formato adaptado.

Las tecnologías de automatización y digitalización, incluida la inteligencia artificial (IA), evolucionan rápidamente y son cada vez más potentes y omnipresentes, y todavía está por ver toda la gama de sus efectos en el lugar de trabajo. Sin embargo, no sólo es importante explorar las implicaciones éticas de las tecnologías digitales y sus efectos en las condiciones de trabajo a medida que surgen, sino también anticiparse a cualquier efecto no deseado que plantee nuevos retos éticos.

Utilizando diversos métodos de investigación, y basándose en estudios anteriores sobre el lugar de trabajo digital, este informe examina las numerosas ramificaciones de las tecnologías digitales en el lugar de trabajo, analizando los derechos fundamentales y los principios éticos que más están en juego y los ámbitos de las condiciones de trabajo que con mayor probabilidad se verán afectados.

Entre las principales conclusiones del informe destacamos las siguientes:

  • A pesar de la creciente concienciación entre los responsables políticos sobre las implicaciones éticas de las tecnologías digitales para el trabajo y el empleo, la mayoría de las iniciativas políticas sobre ética y digitalización siguen teniendo un enfoque amplio y no abordan suficientemente la dimensión del lugar de trabajo. Los efectos perturbadores de las tecnologías digitales en el trabajo -con ramificaciones tanto éticas como jurídicas- requieren una mayor atención.
  • Si bien las cuestiones relacionadas con la digitalización -en particular la ética de los datos, la gestión algorítmica, la vigilancia de las personas trabajadoras y la gobernanza de la IA en general- no se abordan sistemáticamente en la negociación colectiva, existen algunos convenios colectivos sectoriales y empresariales innovadores. Estos avances demuestran el valor añadido del diálogo social a la hora de abordar la digitalización del trabajo.
  • Las nuevas conclusiones apuntan a una falta general de políticas que orienten la implantación y el uso éticos de la tecnología en el lugar de trabajo. Para garantizar que las tecnologías se diseñen, desarrollen y utilicen con buenos fines, y no con fines de control social o exclusivamente lucrativos, será fundamental integrar consideraciones éticas a lo largo de todo el ciclo de vida de la tecnología.
  • Las preocupaciones éticas más recurrentes expresadas por las personas trabajadoras giran en torno al miedo a perder el empleo en el futuro y a la inquietud por la percepción de una disminución del valor de su trabajo y la posible pérdida de las competencias adquiridas. Esta ansiedad, que puede ser perjudicial para el bienestar de las personas trabajadoras si no se controla, puede aliviarse mediante una formación adecuada que apoye las nuevas funciones laborales y un planteamiento participativo del cambio tecnológico.
  • Los resultados revelan que la confianza en las tecnologías es una preocupación importante. Por ello, la incorporación de iniciativas políticas centradas en la digitalización ética del lugar de trabajo en las estrategias nacionales puede generar la confianza necesaria, entre las cuales podrían incluirse campañas de sensibilización sobre los beneficios de un diseño y uso éticos de la tecnología, esfuerzos para integrar la ética en los programas de educación y formación, u orientaciones prácticas para las empresas sobre su aplicación.

Los algoritmos no son entidades abstractas, sino que hay procesos detrás de los mismos que debemos analizar, evaluar y controlar. La vigilancia de la actividad laboral por parte del empresario, no puede ser un derecho ilimitado, sino que siempre debe primar la protección de los derechos fundamentales y la protección de datos.

Las personas trabajadoras no pueden estar continuamente siendo evaluadas en función de parámetros de rendimiento preestablecidos por parte de sus empleadores, ya que estas prácticas de gestión de los datos dan lugar a nuevos riesgos psicosociales que perjudican la salud mental y deshumanizan el trabajo.

Los interlocutores sociales coincidimos en que existe una necesidad significativa de:

  • desarrollar competencias y mejorar las cualificaciones en el trabajo;
  • proteger de los datos y la privacidad;
  • lograr de una mayor transparencia, responsabilidad y confianza;
  • eliminar posibles discriminaciones, prejuicios, y nuevos riesgos psicosociales; y
  • reforzar y asegurar el diálogo social y la negociación colectiva.

En relación a este último ámbito, el diálogo social y la negociación colectiva deben desempeñar un papel fundamental en el establecimiento de criterios que garanticen políticas destinadas a abordar las acuciantes preocupaciones éticas derivadas de la digitalización del trabajo, como son el uso adecuado de la IA y sobre el desarrollo del deber de información periódica a la representación de las personas trabajadoras.

Por ello, en el ámbito del diálogo social tripartito español hemos logrado un acuerdo que garantiza los derechos laborales de las personas trabajadoras de plataformas digitales, incorporando una letra d) en el artículo 64.4 del Estatuto de los Trabajadores que establece que los representantes de los mismos deben ser «informados por la empresa de los parámetros, reglas e instrucciones en que se basan los algoritmos o sistemas de IA que inciden en la toma de decisiones y que pueden afectar a las condiciones de trabajo, acceso y mantenimiento del empleo, incluida la elaboración de perfiles de trabajadores y candidatos».

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