Cómo navegar por la agenda política de la presidencia danesa de la UE como un experto
Dinamarca toma el relevo del liderazgo del Consejo en un momento de inestabilidad geopolítica.
Aunque quizá nunca sea un momento fácil para hacerse cargo de la agenda política de la UE, Dinamarca se adentra sin duda en un terreno difícil. El país nórdico toma el relevo de Polonia en la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea en un momento en que estallan conflictos en todo el mundo, se avecinan debates presupuestarios y se recrudecen las tensiones comerciales, todo ello mientras la UE centra su atención en la competitividad.
La defensa y la seguridad serán prioritarias mientras la UE sigue navegando por aguas geopolíticas turbulentas. El próximo fondo común de siete años del bloque se presentará en julio, lo que dará inicio a años de negociaciones que probablemente serán tensas. Además, las relaciones comerciales entre la UE y EE. UU. siguen siendo impredecibles.Dinamarca también se verá presionada para cerrar un acuerdo sobre los objetivos climáticos y dirigir las negociaciones sobre la reforma de la normativa farmacéutica de la UE, al tiempo que mantiene su papel de mediador imparcial y resiste las presiones de su propia industria farmacéutica.A continuación se ofrece un resumen de algunos de los temas que tendrán que abordar los daneses.
El presupuesto a largo plazo de la UE
Por qué es importante: El próximo fondo de siete años de la Comisión Europea, conocido como marco financiero plurianual, es uno de los expedientes más delicados políticamente en los pasillos del poder de la UE. El presupuesto, de 1,2 billones de euros, regula todo, desde las ayudas a los agricultores hasta la ayuda exterior, y suele ser objeto de tensas negociaciones entre los departamentos de la Comisión, las capitales de la UE y el Parlamento Europeo. Pero no se trata solo de dinero: influir en la composición del presupuesto se considera una moneda de cambio en Bruselas.
Situación actual: La propuesta de la Comisión se presentará el 16 de julio y los gobiernos darán sus primeras respuestas antes de las vacaciones de verano. Esto allanará el camino para años de tensas negociaciones entre las capitales.
Líneas divisorias en la UE: Al igual que en negociaciones anteriores, los países del norte de Europa, como Suecia y los Países Bajos, quieren un presupuesto más reducido, mientras que sus homólogos del sur quieren uno más amplio. Los países bálticos apoyan un mayor gasto en defensa, los franceses están a favor de las subvenciones agrícolas y los polacos apuestan por los pagos regionales… Ya se entiende la idea: cada país tiene sus propias prioridades específicas.
Probables avances: No hay que esperar un acuerdo sobre este expediente antes de 2027. La presidencia danesa presidirá el inicio de las negociaciones, creará una plétora de órganos y comités diferentes para impulsar el proceso y coordinará la posición del Consejo de la UE. Pero no habrá avances significativos en los próximos seis meses.

Financiación de la defensa europea
Por qué es importante: A medida que se deterioran las relaciones con Estados Unidos y Rusia y China se convierten en una amenaza cada vez mayor, la UE quiere ser un actor militar y potenciar su industria de defensa. Si los aliados de la OTAN acuerdan aumentar el gasto en defensa hasta el 5 % de su producto interior bruto, la presión sobre la UE y la presidencia danesa para que encuentren formas de financiar estos esfuerzos no hará más que aumentar. Por ahora, el principal expediente es el Programa Europeo de la Industria de Defensa, que sobre el papel solo asciende a 1500 millones de euros, pero que en la práctica se considera un marco para los debates sobre el próximo presupuesto plurianual de la UE. La cuestión clave, al igual que con el Reglamento sobre la Acción de Seguridad para Europa, recientemente adoptado y dotado con 150 000 millones de euros, es la elegibilidad, o el grado de acceso que países terceros como Estados Unidos o el Reino Unido podrían tener a estos fondos. Pero hay una diferencia: los fondos del EDIP proceden del presupuesto de la UE, mientras que los del SAFE son básicamente deuda nacional respaldada por la Comisión Europea.
Situación actual: Otra diferencia entre el EDIP y el SAFE es que el Parlamento Europeo tuvo voz en el primero, pero no en el segundo. El Parlamento llegó a un acuerdo sobre el EDIP y ahora está a la espera de que el Consejo de la UE haga lo mismo. Una vez que el Consejo dé su visto bueno, se iniciarán las conversaciones a tres bandas entre las instituciones. Se espera que la presidencia danesa cierre el expediente antes de diciembre. Con el SAFE, la situación es más tensa. El argumento de la Comisión cuando presentó la propuesta en marzo fue que debía aplicarse rápidamente. Aunque el SAFE ya se ha acordado, el Parlamento amenazó con llevar a la Comisión ante los tribunales por su decisión de excluirlo de las discusiones sobre el expediente, una cuestión que los daneses podrían tener que abordar durante su presidencia.
Líneas divisorias de la UE: Como consecuencia de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, Dinamarca participa ahora plenamente en los esfuerzos de defensa de la UE. En junio de 2022, votó en referéndum a favor de participar en la política de seguridad de la UE, poniendo fin a su exclusión voluntaria de 30 años. Copenhague también es un firme partidario de Ucrania en términos militares y financieros.
Progresos probables: El grado de previsibilidad en materia de defensa es limitado, ya que pueden producirse acontecimientos imprevisibles sobre el terreno en Ucrania y en las relaciones con los Estados Unidos, y la cantidad de dinero disponible sigue siendo muy limitada en comparación con los retos que se plantean.
Progreso probable:
Reforma de la normativa farmacéutica
Por qué es importante: La reforma de la normativa farmacéutica de la UE, vigente desde hace dos décadas, acaba de entrar en su fase legislativa final: las negociaciones interinstitucionales. La revisión propuesta por la Comisión Europea, de más de 700 páginas, tiene por objeto aumentar la competitividad del sector farmacéutico de la UE y garantizar un mejor acceso a los nuevos medicamentos. La reforma se centra en los derechos de monopolio de los nuevos medicamentos e incentiva a la industria para que satisfaga las necesidades médicas no cubiertas. Su objetivo es arreglar el mercado de los antimicrobianos, promover una producción más limpia y acelerar las decisiones reguladoras.
Situación actual: Polonia logró un acuerdo del Consejo de la UE sobre el mandato de negociación justo antes de ceder la presidencia. Ahora Dinamarca toma el relevo, con la tarea de dirigir las conversaciones con el Parlamento Europeo y la Comisión, que acaban de comenzar.
Líneas divisorias en la UE: La presidencia danesa se encuentra en una delicada situación, ya que debe mantener su papel de mediador imparcial y resistir la fuerte presión de su industria farmacéutica, un actor económico importante en el país. Sin embargo, dado que Bruselas se centra en impulsar la competitividad en un contexto de cambios geopolíticos, el acuerdo final podría inclinarse hacia disposiciones favorables a la industria.
Progresos probables: La posición del Consejo no dista mucho de la del Parlamento en cuestiones clave. Dadas las tensiones geopolíticas y la prioridad de la competitividad, los negociadores podrían encontrar un terreno común. No obstante, la magnitud del expediente y su complejidad técnica podrían prolongar las negociaciones más allá de los seis meses de la presidencia danesa.

Los objetivos climáticos de la UE para 2040 y 2035
Por qué es importante: A dos días del inicio de la presidencia danesa, la Comisión Europea propondrá un controvertido objetivo de reducir las emisiones de la UE en un 90 % para 2040, aunque con una serie de lagunas. Este hito marcará el rumbo ecológico y económico del bloque y orientará las decisiones de inversión tanto de los gigantes industriales como de las empresas emergentes de tecnologías limpias. A partir del objetivo para 2040, la UE derivará su objetivo para 2035 exigido por las Naciones Unidas, que indicará al mundo si el bloque puede mantener su liderazgo mundial en materia de medio ambiente, incluso cuando sus ambiciones climáticas se ven presionadas a nivel interno.
Situación actual: La propuesta para 2040 se presentará el 2 de julio, pero la Comisión está inmersa en conversaciones con los gobiernos y los miembros del Parlamento Europeo para alcanzar un consenso antes de esa fecha. Esto se debe a que el objetivo para 2035 lleva mucho retraso —la fecha límite era febrero— y, si la UE quiere que sus ambiciones influyan en las de otros países (por ejemplo, China), realmente necesita acordar el objetivo de la ONU en septiembre. Eso no deja mucho tiempo a los daneses para llegar a un acuerdo.
Líneas divisorias en la UE: Muchas. POLITICO realizó una encuesta a los 27 gobiernos en mayo y descubrió que solo una quinta parte de los países apoya un objetivo firme del 90 %. Muchos países quieren concesiones de la Comisión para apoyar la cifra preferida por el ejecutivo de la UE. Esto incluye permitir la externalización de algunos esfuerzos climáticos a países más pobres con los llamados créditos de carbono, lo que supone un cambio radical con respecto a los principios actuales de la UE, contra los que han advertido los científicos. Se espera un intenso debate sobre estos créditos.
Probables avances:La fecha límite de septiembre debería centrar la atención tanto del Consejo de la UE como del Parlamento, pero la cuestión de los créditos podría resultar lo suficientemente controvertida como para provocar retrasos.

Simplificación de las normas ecológicas
Por qué es importante: La presidencia danesa comienza justo cuando la UE intenta dar un giro radical a su propia normativa ecológica. El primer proyecto de ley ómnibus de la Comisión Europea, que propone recortar las normas de información ecológica para las empresas, sigue negociándose en el Consejo de la UE. Durante la presidencia danesa se presentarán más propuestas de simplificación, entre otras cosas sobre productos químicos, agricultura y finanzas sostenibles. Está en juego el estatus de la UE como líder mundial en materia de normativa medioambiental.
Situación actual: Durante la presidencia polaca, el Consejo se ha mostrado ampliamente unido en torno a la idea de que la simplificación es positiva. Sin embargo, el diablo está en los detalles. Alemania y Francia están presionando para que se reduzcan aún más las normas ecológicas, mientras que España ha sido una fuerza moderadora. Sin embargo, la mayor parte de la oposición seria proviene de fuera del Consejo, del Parlamento Europeo, de las agencias e incluso del Banco Central Europeo.
Líneas divisorias en la UE: Dinamarca se ha mostrado en general entusiasta con la simplificación, por lo que no cabe esperar un cambio radical con respecto a la presidencia polaca. Al igual que en Polonia, es de esperar que las prioridades sean la defensa y la competitividad, más que las cuestiones ecológicas. Sin embargo, Dinamarca ha dejado claro que está comprometida con los objetivos del Pacto Verde e insiste en que la sostenibilidad y la competitividad pueden y deben ir de la mano. Ha tenido un éxito inusual a la hora de convencer a sus agricultores para que se sumen a la iniciativa ecológica, estableciendo el primer impuesto sobre el carbono agrícola de la UE, un hecho que puede influir en las negociaciones sobre la simplificación de las normas de financiación de la agricultura de la UE.
Progresos probables: Pase lo que pase, es seguro que la campaña de simplificación ecológica continuará bajo la presidencia danesa. Los países miembros están convencidos de la idea y los opositores en el Parlamento ya no tienen los números para detener el tren de la desregulación.

Revisión de la prohibición de los motores de combustión interna en 2035
Por qué es importante: Desde su aprobación en 2023, los fabricantes de automóviles han luchado con uñas y dientes para derogar, o al menos debilitar considerablemente, la legislación que obliga a que el 100 % de las ventas de vehículos sean de cero emisiones a partir de 2035. La normativa incluye reducciones intermitentes de las emisiones para que los fabricantes de automóviles sigan el camino hacia la prohibición de facto de los motores de combustión interna (ICE), incluida una que entró en vigor este año. Sin embargo, la Comisión Europea cedió a las peticiones de indulgencia con respecto a los objetivos de este año, acordando promediarlos a lo largo de tres años y adelantar la revisión de la legislación de 2035 de 2026 a finales de este año. El cambio supone una gran victoria política para los fabricantes de automóviles y otra oportunidad para debilitar la prohibición de los ICE.
Situación actual: El Parlamento Europeo y el Consejo de la UE han firmado la propuesta de la Comisión de promediar las emisiones de 2025 y adelantar la revisión, pero no se ha fijado ninguna fecha ni se ha comunicado qué datos se incluirán. Parte de la estrategia para adelantar la revisión era basarla en las ventas de automóviles de 2024, que, según los críticos, siempre iban a ser más bajas porque las marcas iban a lanzar nuevos vehículos eléctricos en 2025 para coincidir con los objetivos de emisiones.
Líneas divisorias en la UE: Alemania se ha opuesto desde el principio a la prohibición de los motores de combustión interna en 2035, y la firmó a regañadientes tras obtener una excepción para los combustibles electrónicos. El Partido Popular Europeo hizo campaña a favor de revocar la prohibición, e Italia también quiere que se derogue la legislación. Francia quiere que se mantenga la legislación, pero se mostró a favor de promediar las emisiones. El destino de la legislación es una prueba de fuego para determinar si el mantra de la Comisión en materia de competencia sustituirá por completo a sus anteriores logros climáticos.
Progresos probables:Intuyendo la debilidad y aprovechando el impulso de una victoria política, el sector automovilístico no va a cejar en su presión.

Reestructuración de la Política Agrícola Común
Por qué es importante: Con un coste de 386 000 millones de euros, la Política Agrícola Común sigue siendo uno de los programas más caros y políticamente sensibles de la UE, un salvavidas para muchos agricultores y un foco de críticas para otros tantos. Mientras la UE se prepara para redefinir sus prioridades de gasto a largo plazo a partir de 2028, la próxima PAC será fundamental en los debates sobre la producción alimentaria, los objetivos climáticos y los medios de vida en las zonas rurales. Se debatirá cómo y cuánto se pagará a los agricultores.
Situación actual: Se espera que la Comisión Europea presente en julio su propuesta para la PAC después de 2027, junto con el próximo presupuesto a largo plazo. Dinamarca liderará las primeras reacciones y tratará de posicionarse como un mediador ecológico pragmático. A nivel nacional, los daneses ya han puesto en marcha el primer impuesto sobre el carbono a nivel de explotación agrícola de la UE y una estrategia nacional de alimentación basada en plantas. Ahora intentarán impulsar al Consejo hacia una línea de pensamiento similar.
Líneas divisorias en la UE: Dinamarca sigue siendo una voz minoritaria que aboga por unas condiciones medioambientales más estrictas para el gasto agrícola, aunque se alinea con la mayoría, que pretende mantener el flujo de dinero con la menor burocracia posible. Al mismo tiempo, aumenta la presión para demostrar que el dinero de la PAC se gasta de forma más eficiente y en consonancia con las prioridades cambiantes de la UE, desde el clima y la competitividad hasta la defensa y la seguridad alimentaria. Mientras tanto, los agricultores observan atentamente, dispuestos a volver a las calles si la próxima reforma no se ajusta a sus intereses.
Progresos probables:La presidencia danesa abrirá el debate y sentará las bases técnicas. Pero las negociaciones reales no comenzarán hasta 2026.

Lucha contra el material de abuso sexual infantil en línea
Por qué es importante: No hace falta justificar la lucha contra el abuso sexual infantil, pero la situación parece ser especialmente grave en Europa. Según una investigación del Consejo de Europa, uno de cada cinco niños en Europa es víctima de algún tipo de violencia sexual en línea o en la vida real, frente a uno de cada ocho en todo el mundo.
Situación actual: La Comisión Europea propuso una legislación para combatir el material de abuso sexual infantil en línea en 2022, luego el Parlamento Europeo aprobó su propia versión del proyecto de ley en 2023, pero los gobiernos nacionales se encuentran en un punto muerto. Varias presidencias del Consejo de la UE, incluida la más reciente, la de Polonia, que propuso una versión más respetuosa con la privacidad, han intentado sin éxito llegar a un acuerdo.
Líneas divisorias de la UE: En el centro de la ley existe una gran y emotiva controversia sobre el equilibrio entre la resistencia a la vigilancia policial y la protección de los niños. La propuesta original de la Comisión habría permitido a las fuerzas del orden obligar a servicios de mensajería como WhatsApp y Signal a buscar CSAM, pero para algunos países de la UE, entre ellos pesos pesados como Alemania, los Países Bajos y Polonia, esto equivaldría a una vigilancia masiva. Existen dos bandos: la privacidad, por un lado, y los poderes policiales, por otro. Dinamarca se encuentra en el segundo.
Probables avances:Las discrepancias parecen básicamente insuperables, pero además se avecina un plazo legal políticamente delicado en abril de 2026. Hasta esa fecha, las empresas pueden escanear voluntariamente en busca de CSAM, una acción que de otro modo sería ilegal, por lo que Dinamarca podría verse obligada a aceptar un compromiso solo para que se apruebe algo. Una posible carta en la manga: Alemania, defensora desde hace mucho tiempo de la privacidad absoluta, tiene un nuevo Gobierno y aún está definiendo su posición. Si eso cambia, el punto muerto podría romperse.

Llegar a un acuerdo sobre la migración
Por qué es importante: La postura dura de Dinamarca en materia de migración se pondrá a prueba cuando asuma la presidencia rotatoria del Consejo de la UE en julio. A principios de este año, la Comisión Europea presentó su Sistema Europeo Común de Retorno, cuyo objetivo es agilizar las deportaciones, endurecer la aplicación de la ley contra los migrantes irregulares e impulsar la cooperación entre los países miembros, lo que ofrece a Dinamarca una oportunidad única para impulsar su agenda migratoria a nivel de la UE. Sin embargo, en el ámbito nacional, los socialdemócratas en el Gobierno están recibiendo críticas de la izquierda por adoptar políticas típicamente asociadas a la extrema derecha. Es más, la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, declaró a POLITICO en marzo que considera la migración masiva «una amenaza para la vida cotidiana en Europa».
Líneas divisorias en la UE: En 2024, pocos días después de que Bruselas ultimara su Pacto sobre Migración y Asilo, Dinamarca reunió a otros 14 países miembros en un llamamiento conjunto para impulsar una mayor externalización de la política migratoria, ya que el pacto solo abordaba cuestiones internas. Es más, el histórico pacto de la UE no entrará en vigor hasta el año que viene, pero ya han surgido preocupaciones sobre su falta de aplicación. Dinamarca también quiere seguir presionando para que se creen centros de retorno y ya tiene un acuerdo de 200 millones de euros para enviar a 300 presos extranjeros a cumplir sus condenas en una prisión de Kosovo antes de ser deportados.
Situación actual: Es poco probable que la propuesta de la Comisión sobre retornos esté finalizada a finales de año, cuando los daneses cedan la presidencia a Chipre. Mientras tanto, buscarán otras formas de frenar la migración ilegal hacia el bloque presionando a la Comisión para que revise su interpretación de las normas de derechos humanos con el fin de facilitar las deportaciones y alcanzar acuerdos similares al de Kosovo.
Probables avances:La política migratoria de la UE lleva más de una década en debate, y un mandato de seis meses al frente del Consejo no será la solución milagrosa. Sin embargo, aprovechando el impulso político, Dinamarca tiene la oportunidad de aliarse con países miembros afines para centrar la atención en su postura a nivel de la UE.

Control de la inversión extranjera directa
Por qué es importante: La revisión del control de la inversión extranjera directa, el primer elemento importante de la estrategia de seguridad económica de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, forma parte de un esfuerzo más amplio de la UE para impedir que los inversores extranjeros tomen el control de empresas europeas en sectores estratégicos o sensibles. Aunque las normas se redactaron en un contexto de temor a las adquisiciones por parte de China, la UE está actualmente más preocupada por las adquisiciones de empresas estadounidenses, y esos temores se están acentuando ahora que Donald Trump está en el poder. La revisión tiene por objeto obligar a todos los países de la UE a disponer de un sistema de control de las inversiones y armonizar aún más la forma en que se examinan dentro del bloque.
Situación actual: Tras los lentos avances de los últimos seis meses, la Presidencia polaca del Consejo de la UE logró celebrar dos rondas de conversaciones interinstitucionales en junio, pero el trabajo más importante recaerá en Dinamarca.
Líneas divisorias en la UE: Se prevé que el Parlamento Europeo y el Consejo se enfrenten sobre el alcance de las normas, así como sobre el papel de la Comisión en la resolución de inversiones controvertidas. Las capitales están presionando para reducir la lista de tecnologías sensibles para las que sería obligatorio el control, como los semiconductores o la inteligencia artificial. El Parlamento, por el contrario, ha añadido más sectores, como el aeroespacial, el ferroviario o el automovilístico.
Progresos probables: Se prevé que las negociaciones sean difíciles, pero existe un amplio impulso político en todas las instituciones para concluir antes de finales de 2025.

Cerrar un acuerdo comercial con Donald Trump
Por qué es importante: Desde que asumió el cargo por segunda vez el 20 de enero, Donald Trump se ha enfrentado más que nunca a la UE, calificando al bloque de «más desagradable» que China. Y a partir del 9 de julio, menos de diez días después de que Dinamarca asumiera la presidencia del Consejo de la UE, los productos europeos que se exporten a Estados Unidos podrían verse gravados con un arancel del 50 % si Trump vuelve a aplicar los aranceles «recíprocos» con los que ha amenazado. Esto se sumaría a los aranceles ya existentes sobre los automóviles y los metales. La presión de Trump está obligando a la Unión Europea a tomar decisiones difíciles: ceder, mantener su postura o incluso intensificar la disputa comercial transatlántica.
Situación actual: Desde que Trump mantuvo una conversación telefónica a finales de mayo con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ambas partes acordaron acelerar las negociaciones, en un relativo alivio de las tensiones. Bruselas ha presentado ofertas sobre aranceles industriales o sobre la lucha conjunta contra los retos derivados de la economía china impulsada por las exportaciones, pero no hay indicios de que la Casa Blanca quiera devolver ningún favor. Así pues, en lugar de apostar por un acuerdo de gran alcance, el bloque espera acuerdos modestos y sectoriales para salvar la relación comercial transatlántica, valorada en 1,6 billones de euros.
Líneas divisorias de la UE: Aunque la presidencia danesa no estará al frente de las negociaciones con la Casa Blanca (la Comisión tiene la última palabra al respecto), le corresponde garantizar que haya suficiente apoyo político a las propuestas de la Comisión. Tendrá que buscar el consenso y forjar alianzas para asegurarse de que cada capital no siga su propio camino con Trump, lo que pondría en peligro la unidad del bloque.
Probables avances: Difícilmente predecibles, dado que Trump es Trump.
Conseguir otros acuerdos de libre comercio
Por qué es importante: Con las medidas arancelarias de Donald Trump poniendo en peligro la relación comercial transatlántica, valorada en 1,6 billones de euros, la Comisión Europea está intensificando sus esfuerzos para alcanzar acuerdos con socios más afines, como Sudamérica, India o Australia, lo que no podría complacer más a Dinamarca, defensora del libre comercio.
Situación actual: La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, selló el pasado mes de diciembre un acuerdo comercial largamente esperado con el bloque Mercosur, y se espera que el texto definitivo se presente pronto a los países miembros de la UE. Otro acuerdo de libre comercio que podría concretarse durante la presidencia danesa del Consejo de la UE es el acuerdo con la India, después de que Von der Leyen y el primer ministro indio, Narendra Modi, se comprometieran a cerrar un acuerdo este año. Ambas partes han intensificado las negociaciones, pero, dada la magnitud de la tarea, es posible que se propongan alcanzar un acuerdo simplificado. El impuesto fronterizo sobre el carbono de la UE es un gran escollo. También hay acuerdos al alcance de la mano con Australia y un puñado de países de Asia-Pacífico, y se está impulsando la firma de otro con los Emiratos Árabes Unidos en los próximos meses.
Líneas divisorias en la UE: Francia se resiste al acuerdo con Mercosur, preocupada por que sus agricultores puedan verse expuestos a la competencia imbatible de la carne sudamericana. Corresponderá a los daneses mantener unida a la mayoría favorable al acuerdo, o arriesgarse a otro retraso de varios años en un acuerdo que lleva más de un cuarto de siglo en preparación.
Probables avances:
