La Comisión establece las prioridades clave para 2024 con el fin de reforzar la competitividad

La Comisión ha puesto en marcha el ciclo de coordinación de políticas económicas del Semestre Europeo 2024.


El paquete de otoño se basa en las previsiones económicas de otoño de 2023, que mostraban que la economía de la UE sigue siendo resistente frente a las múltiples perturbaciones sufridas en los últimos años, pero que ha perdido impulso de crecimiento en 2023 en un contexto de elevada inflación y condiciones de financiación más estrictas, y solo se espera un repunte moderado del crecimiento en 2024.

La UE se enfrenta a una serie de importantes retos estructurales, como el bajo crecimiento de la productividad, las transiciones ecológica y digital, el envejecimiento y la inclusión social, que deben abordarse para mantenerse en la senda de la competitividad sostenible. Los perturbadores acontecimientos geopolíticos también han demostrado la necesidad de que la UE siga siendo competitiva en un mercado global, garantizando al mismo tiempo que nadie se quede atrás.

La coordinación de las políticas económicas a través del Semestre Europeo ayudará a los Estados miembros a alcanzar estos objetivos estableciendo prioridades y proporcionando orientaciones políticas claras y bien coordinadas para el próximo año.

Recomendación sobre la política económica de la zona del euro para 2024

La Recomendación para la zona del euro presenta a los Estados miembros de la zona del euro un asesoramiento político adaptado sobre temas que afectan al funcionamiento de la zona del euro en su conjunto. Este año se centra en las respuestas políticas a los retos de la elevada inflación y la competitividad.

Los Estados miembros de la zona del euro deberían:

  • adoptar políticas fiscales prudentes y coordinadas y reducir las medidas de apoyo a la energía, con vistas a mejorar la sostenibilidad de las finanzas públicas y evitar alimentar las presiones inflacionistas;
  • garantizar niveles elevados y sostenidos de inversión pública y promover la inversión privada mediante la aceleración de la aplicación del Mecanismo de Recuperación y Reactivación y de los programas de la Política de Cohesión;
  • apoyar una evolución salarial que mitigue la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores, teniendo en cuenta la dinámica de la competitividad;
  • vigilar los riesgos relacionados con el endurecimiento de las condiciones financieras, al tiempo que se completa la Unión Bancaria;
  • aumentar la competitividad mejorando el acceso a la financiación, avanzando en la Unión de los Mercados de Capitales y garantizando que el apoyo público a los sectores estratégicos siga siendo selectivo y no cree distorsiones en la igualdad de condiciones del mercado único.

Propuesta de Informe conjunto sobre el empleo

La propuesta de Informe Conjunto sobre el Empleo (ICE) confirma que el mercado laboral de la UE es resistente. En conjunto, la tasa de empleo de la UE alcanzó el 74,6% en 2022. Siguió aumentando hasta el 75,4% en el segundo trimestre de 2023, superando con creces los niveles anteriores a la pandemia. Al mismo tiempo, el desempleo en la UE disminuyó hasta un mínimo histórico en 2022 (6,2%), tendencia que continuó en el segundo trimestre de 2023 (6%). No obstante, existen disparidades entre Estados miembros, regiones y sectores.

A pesar de los aumentos salariales nominales, los salarios reales en 2022 cayeron, en diversos grados, en casi todos los Estados miembros. Esto pone de relieve la importancia de unos mecanismos de fijación de salarios bien equilibrados, que incluyan un diálogo social sólido y una negociación colectiva eficaz, en consonancia con las prácticas nacionales. Unos salarios mínimos adecuados pueden ayudar a proteger el poder adquisitivo de los trabajadores con salarios bajos y a reducir la pobreza en el trabajo, al tiempo que mantienen la demanda y refuerzan los incentivos para trabajar. La considerable escasez de mano de obra y de cualificaciones supone un obstáculo para el crecimiento económico. Si no se abordan adecuadamente, corren el riesgo de obstaculizar las transiciones ecológica y digital.

Esta edición del ICE es la primera que informa sobre los avances hacia los objetivos nacionales y de la UE para 2030 en materia de empleo, capacidades y asuntos sociales. Si bien la UE está bien encaminada hacia su objetivo principal de empleo del 78 % para 2030, aún se necesitan avances significativos para alcanzar los otros dos objetivos principales sobre aprendizaje de adultos y reducción de la pobreza. Este informe también se centra más en cada país, en consonancia con los principios de un marco de convergencia social. Se analizan el mercado laboral, las capacidades y los retos sociales de los Estados miembros para identificar los riesgos potenciales para la convergencia social ascendente que requieren un análisis más profundo.

Próximos pasos

La Comisión invita al Eurogrupo y al Consejo a debatir el paquete de otoño de 2024 y a respaldar las orientaciones ofrecidas. La Comisión también espera entablar un diálogo constructivo con el Parlamento Europeo sobre el contenido de este paquete y cada etapa posterior del ciclo del Semestre Europeo, así como un mayor compromiso con los interlocutores sociales y las partes interesadas.

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