El milagro ibérico que asombra a Europa: España y Portugal toman el mando de la economía ante la debacle del eje franco-alemán

Los dos países han supuesto el 50% del crecimiento de la eurozona en el último trimestre


Probablemente, nunca antes la península ibérica había sido tan importante para mantener en marcha a la economía del euro. Entre las dos economías ibéricas apenas suman el 13% de todo el PIB de la eurozona, sin embargo, Portugal y España representan el 50% de todo el crecimiento del euro en el último trimestre. Es más, si se extrae a la península ibérica de la ecuación, el crecimiento trimestral de la zona euro en el último trimestre habría sido negativo (contracción del PIB) y el interanual habría caído a la mitad. Ya lo señalaba JP Morgan en un informe reciente: «España sola está suponiendo un tercio de todo el crecimiento de la zona euro», esto es algo que no es sostenible, puesto que España y Portugal no pueden mantener de forma indefinida esta suerte de ‘milagro económico’.

Echando un vistazo a las redes sociales y los informes de importantes casas de análisis, se puede ver que lo de España y Portugal corresponde a un milagro ibérico que es producto de múltiples factores (incluida la suerte), pero que no deja de ser sorprendente. Ángel Talavera, economista jefe de Oxford Economics, mostraba en la red social X un esclarecedor gráfico acompañado de la frase «lo de España y Portugal…«, haciendo alusión a la fuerte y continuada recesión de estas economías. No solo eso, JP Morgan ha destacado recientemente que España es el motor económico de la zona euro, mientras que desde otras casas de análisis enfatizan el excepcional momento de las economías del sur de Europa.

La economía de España y Portugal han liderado el crecimiento del PIB en el último trimestre de 2024. Los dos países de la península ibérica han sido los que más han crecido en términos trimestrales: España se expandió un 0,8% y Portugal un 1,5%. En términos interanuales, España creció un 3,5% y Portugal un 2,7%. El buen momento de las economías ibéricas ha impedido que la zona euro registrase una contracción del PIB en dicho periodo. Sin la contribución al crecimiento trimestral de España y Portugal, la economía de la zona euro se habría contraído casi un 0,1% (que es la contribución positiva que han realizado al PIB trimestral).

En datos interanuales este empuje se ve aún más claro. La zona euro ha crecido un 0,9%. De ese 0,9, a España Portugal les corresponden 0,43 puntos porcentuales: España contribuyó con un 0,3815 y Portugal con 0,0459 puntos. Es decir, la península ibérica supone casi el 50% de todo el crecimiento de la eurozona, pese a que la economía de España tiene un peso del 10,9% en el PIB euro y la de Portugal de poco más del 1,7%.

Ambos países están en pleno ciclo expansivo de sus economías, con un crecimiento demográfico notable, creación de empleo y disfrutando de las nuevas preferencias globales de consumo que priman los servicios que producen en masa tanto España como Portugal. Buena prueba de ello es la tasa de paro, que en ambas economías muestra una clara tendencia a la baja pese al crecimiento de la población (sobre todo extranjera). Esto quiere decir que la península ibérica está creciendo a un ritmo suficiente (también la demanda de los bienes y servicios que producen) como para absorber grandes cantidades de trabajadores. En el caso de Portugal, la tasa de paro es del 6,4%, mientras que en España se sitúa en el 10,61%, una tasa que a primera vista parece elevada, pero que para los estándares españoles es ‘peligrosamente’ baja (está muy por debajo de la tasa de paro no inflacionaria).

Con todo, dos países del sur de Europa, que otrora fueron el gran problema del euro, se han convertido ahora en los caballos que tiran de un carro que va cargado de ‘gigantes’ venidos a menos como son Alemania, Francia o Italia. La recuperación de estos gigantes resulta fundamental para la economía del euro crezca de forma sostenible y diversificada, no como sucede ahora. El crecimiento hoy está muy concentrado en dos países que apenas representan el 13% de la economía de la eurozona.

Desde JP Morgan también se hacían eco de esta anomalía, sobre todo en el caso de España (por tamaño resulta más relevante para el PIB agregado de la zona euro), en la que el crecimiento de un solo país contribuye de forma tan notable al PIB del euro, pero sobre todo de lo que puede pasar en el futuro si España empieza a perder fuerza. Estos expertos explicaban que en 2024, un tercio de todo el crecimiento de la eurozona ha venido de España, aunque su economía solo es el 10% de la zona euro, por lo que esto no resulta sostenible: «España sola puede hacer hasta cierto punto dada su dimensión dentro de la zona euro. Y es que existen riesgos significativos a la baja si los países clave (Alemania, Francia) que tienen un desempeño incluso peor de lo que ya anticipamos en nuestras previsiones, con el posible impacto de un segundo mandato de Trump como una preocupación relevante», apuntan desde JP Morgan.

Los gigantes venidos a menos

La otra cara de la moneda son precisamente las dos grandes potencias históricas de la región: Alemania y Francia. Ambas economías pugnan a cada dato por el título de ‘hombre enfermo’ de Europa y el dato de PIB del cuarto trimestre certificó esta lucha. Alemania, que supone un 29,3% del PIB de la eurozona, registró una contracción del 0,2% en el último cuarto de 2024. Francia, que representa un 21,5% de la ‘tarta’, firmó una contracción del 0,1%. Si en Berlín la cascada de titulares pasa por el derrumbe de la industria, la crisis del modelo exportador, la cara energía y la falta de inversiones, en París, la inestabilidad política y el abismo fiscal empiezan a borrar el espejismo de los Juegos Olímpicos del pasado verano.

Un tren, el de la decepción, al que se está subiendo la otra gran economía del euro: Italia. Aunque el gran rendimiento de su economía tras el covid sorprendió positivamente, el estancamiento, sinfonía perenne del país las últimas tres décadas, ha vuelto a hacer su aparición. El 0% del avance del PIB en el último trimestre de 2024 en una Italia que representa el 14,3% del PIB de la eurozona constató que el ‘dopaje’ del Superbonus (un gigantesco estímulo fiscal para renovar la eficiencia energética de las viviendas que generó un boom en la construcción y un claro impulso al PIB) se ha agotado, dejando la partitura del crecimiento en sus otrora compañeras de los PIGS (cerdos en inglés y siglas en el mismo idioma de Portugal, Italia, Grecia y España) tras la gran crisis financiera.

Mucho se han analizado las causas de este destacado crecimiento en España y Portugal. Ambas economías están orientadas a los servicios y, por lo tanto, están menos expuestas a la debilidad actual de la industria manufacturera en el resto de la eurozona. Además, ambos países tienen grandes sectores turísticos y fueron importantes beneficiarios del repunte pospandémico de los viajes internacionales. Los flujos migratorios netos también han aumentado, lo que ha impulsado un sólido crecimiento demográfico. Por último, el mercado energético común ibérico, con su gran participación en energías renovables y su pequeña dependencia del gas ruso, mitigó el aumento de los costos de la energía. La llamada excepción ibérica también ayudó durante el pico de la crisis energética. En la búsqueda de matices, el gasto en consumo y la inversión han sido los motores en Portugal, mientras que España ha dependido más del consumo público y de las exportaciones netas.

La gran pregunta ahora es si el impulso que han permitido estos factores seguirá adelante y todo parece indicar que sí. «Prevemos que 2025 será otro año fuerte para las economías española y portuguesa, consolidando la posición de Iberia como un claro actor destacado dentro de una economía de la eurozona en dificultades», pronostica Ricardo Amaro, economista de Oxford Economics, en un reciente informe sobre el buen desempeño de ambos países. Según expone el analista, el fuerte aumento de los ingresos y la esperada recuperación en la ejecución del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de la UE refuerzan aún más el optimismo sobre 2025 e incluso más allá.

En Oxford Economics estiman que la renta disponible de los hogares españoles aumentó un 5% en 2024 en términos reales por segundo año consecutivo. El crecimiento de la renta fue incluso más fuerte, un 7% en Portugal el año pasado, señalan, en medio de un empleo sólido y un sólido crecimiento salarial. «Prevemos que el crecimiento de la renta disponible se moderará, pero seguirá siendo sólido. Además, un gran fondo de ahorro, la mejora de la confianza y la caída de los tipos de interés respaldarán las perspectivas de los consumidores en ambos lados de la península Ibérica», completa Amaro su previsión. El hecho de que un crecimiento mundial modesto limite las perspectivas para las exportaciones, agrega el economista, harán que el gasto de consumo y la inversión sigan siendo los principales motores del crecimiento en Portugal, al tiempo que el crecimiento español también se centrará más en el ámbito interno.

Otro punto en el que descansa el optimismo de la casa de análisis es en el hecho de que España y Portugal han reducido algunas vulnerabilidades macrofinancieras de larga data durante la última década. Los grandes déficits de cuenta corriente que eran típicos en la década de 2000 se han convertido en superávits, destaca Amaro, haciendo hincapié no solo en el auge de las exportaciones del turismo, sino en otras exportaciones que también han mostrado un dinamismo notable durante este período, incluidos algunos servicios de mayor valor agregado, como la información y la tecnología, y las actividades técnicas. Los números avalan esta trayectoria: los superávits recientes de cuenta corriente redujeron las deudas externas netas de ambos países a cerca del 50% del PIB en el tercer trimestre de 2024, aproximadamente la mitad del tamaño de hace una década.

Es previsible que España y Portugal sigan creciendo por encima de la media de la zona euro en los próximos años. Desde AXA IM señalaban recientemente que «es probable que España siga registrando unos resultados estelares en 2025», no obstante, parece poco probable que los ‘ibéricos’ logren mantener unas tasas de crecimiento tan elevado como los actuales durante un largo periodo de tiempo. ¿Qué significa esto? Si Alemania, Francia o Italia no empiezan a contribuir de forma positiva al PIB de la zona euro, la llegada de una recesión es solo cuestión de tiempo.


Fuente: El milagro ibérico que asombra a Europa: España y Portugal toman el mando de la economía ante la debacle del eje franco-alemán

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