Revitalizar la democracia en Europa: se necesitan medidas urgentes para cerrar las brechas e inspirar el cambio

Las elecciones europeas demostraron que la mayoría proeuropea sigue en pie, pero también demostraron que los votantes de toda la UE exigen respuestas políticas y legislativas urgentes a los retos planteados en la campaña electoral. De lo contrario, la mayoría proeuropea puede correr el riesgo de perder apoyo, ya que los ciudadanos pueden dar cada vez más la espalda a las fuerzas políticas dominantes.

En su pleno de julio, el Comité Económico y Social Europeo (CESE) acogió un debate sobre el estado de la democracia en Europa. Se trata del primer debate que se celebra desde las elecciones europeas con la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, y los representantes de los grupos políticos del recién elegido Parlamento Europeo.

El presidente del CESE, Oliver Röpke, ha declarado: «Las elecciones europeas de junio fueron una llamada de atención y es nuestro deber reflexionar sobre el estado actual de la democracia, tras estos resultados electorales. Estamos unidos en nuestra convicción de que la Unión Europea es la única respuesta a este respecto: promueve y defiende la democracia en Europa implicando a todos los actores posibles, desde la sociedad civil y los interlocutores sociales hasta las autoridades nacionales, los políticos y las instituciones nacionales y europeas. Juntos, podemos hacer que la democracia sea más abierta, resiliente e inclusiva, y ofrecer una forma de democracia que mejore visiblemente la vida de las personas en toda Europa».

La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, dijo que el entusiasmo por Europa seguía vivo y que la democracia era vibrante. «Una cosa que aprendí durante esta campaña es que realmente podemos recuperar esa narrativa. Podemos recuperar ese entusiasmo por Europa que vimos en cada uno de los Estados miembros durante la campaña electoral, especialmente entre los votantes jóvenes, que votaban por primera vez».

Con el fin de consolidar el apoyo a la democracia en Europa, la UE, como ha señalado la señora Metsola, debe demostrar que la política sigue siendo el mejor agente para el cambio positivo en las sociedades y las comunidades. «Los empresarios, los trabajadores y la sociedad civil son esenciales para la construcción europea, en todos nuestros pueblos, ciudades y regiones europeas. Porque ahí es donde empieza Europa y donde la democracia está en acción». Una de las tareas más urgentes para la UE es abordar la necesidad de viviendas más accesibles en toda la Unión.

En el debate con los representantes de los grupos políticos, Željana Zovko, vicepresidenta del Partido Popular Europeo (PPE), el grupo más grande del Parlamento Europeo, dijo que el grupo esperaba que se llevaran a cabo las políticas iniciadas durante el mandato anterior.

 Ana Catarina Mendes, vicepresidenta del Grupo de los Socialistas y Demócratas (S&D), dijo que era vital centrarse en la aplicación del pilar europeo de derechos sociales y en la lucha contra la pobreza. Dan Barna, vicepresidente del Grupo RENEW, instó a la nueva Comisión Europea a defender el Estado de Derecho utilizando las herramientas existentes de una manera más eficaz. Kira-Marie Peter-Hansen, vicepresidenta del Grupo de los Verdes/ALE, habló de la importancia de mantener el Pacto Verde como una política crucial de la UE. Martin Schirdewan, copresidente del Grupo LEFT, dejó claro que pedirán a la nueva Comisión que se ocupe de la crisis del coste de la vivienda.

El presidente del Grupo de Empresarios del CESE, Stefano Mallia, declaró que «las alarmas que señalan el declive de la democracia se han hecho cada vez más fuertes. En las últimas elecciones europeas, fuimos testigos de un preocupante grado de apoyo de los votantes a la idea de líderes fuertes. La aparición de actitudes antidemocráticas entre los jóvenes es motivo de gran preocupación. Los esfuerzos por socavar la democracia mediante el uso de software espía contra periodistas, la imposición de restricciones a las organizaciones de la sociedad civil, la politización abierta del nombramiento de jueces y el desprecio por el Estado de derecho muestran que la democracia necesita atención y debe reinventarse para adaptarse al siglo XXI. Este es el momento de actuar si queremos evitar el sonambulismo hacia el desastre».

La presidenta del Grupo de Trabajadores del CESE, Lucie Studničná, afirmó: «Tras el aumento de votos a favor de los partidos de extrema derecha en las últimas elecciones europeas, esta es la última oportunidad de demostrar que los políticos han escuchado la ira, la frustración y, en algunos casos, la desesperación de la gente, y tienen la voluntad política de actuar. En los próximos cinco años, necesitamos medidas ambiciosas para dar esperanza y abordar los enormes desafíos que enfrentamos en relación con el cambio climático, la desigualdad, el crecimiento sostenible, el cambio demográfico, la seguridad y el cambio tecnológico. Por eso nosotros, los sindicatos, pedimos un nuevo Contrato Social, centrado en el progreso social».

El presidente del Grupo de Organizaciones de la Sociedad Civil del CESE, Séamus Boland, destacó la importancia de las alianzas políticas sólidas y pidió una colaboración más estrecha entre el Parlamento Europeo y el CESE en materia de diálogo civil. «El abismo entre el electorado y los elegidos se ha vuelto peligrosamente grande. Tenemos que llegar a los ciudadanos y podemos hacerlo mejor trabajando juntos como socios. A través del CESE, el Parlamento puede llegar a las organizaciones de la sociedad civil, que son la base de las sociedades y comunidades europeas».

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