Portugal ensayará semana laboral de 4 días sin recortes salariales

Portugal ensayará la semana laboral de cuatro días sin recortes salariales tanto en el sector público como en el privado.

Puede que Portugal no sea el primer país en adoptar este método de trabajo, pero, tras las exitosas pruebas realizadas en otros países, como el Reino Unido, no parece querer quedarse atrás, y algunas empresas incluso están empezando a aplicar la semana laboral de 4 días mientras el Gobierno portugués todavía se está decidiendo.

El proyecto piloto británico para implementar la reducción de la semana laboral iniciado el pasado mes de junio ya ha dado sus primeros frutos y ha resultado ser verdaderamente esperanzador. Tanto es así que el 88% de las empresas que han formado parte del plan experimental de 4 Day Week Global ha asegurado que está funcionando bien, mientras el 86% ha señalado que mantendrá los nuevos horarios cuando finalice el período de prueba.

La semana laboral de 4 días, de forma sucinta y directa, consiste en reducir la carga de trabajo manteniendo el mismo salario con el objetivo de conseguir un mayor bienestar para las personas empleadas, un mejor equilibrio entre la vida laboral y la personal y un incentivo para mantener e incluso mejorar la motivación y la productividad.

Por el momento no existe ningún sistema que sea transversal a los que pretenden implantar la semana laboral de 4 días. Sin embargo, hay algunos aspectos básicos que se están aplicando en varias pruebas piloto:

  • Media jornada a elegir (lunes por la mañana o viernes por la tarde) y una hora menos los demás días de la semana;
  • Día libre completo a elección, normalmente el lunes o el viernes;
  • Reducción efectiva de la jornada laboral;
  • No hay cambios en el salario en relación con la disminución de horas.

Si bien todavía son pocas las empresas portuguesas con una semana laboral de 4 días, Doutor Finanças, tb.lx, Happytown, Feedzai, entre otras, ya están probando este modelo. La más reciente, que inició oficialmente este modelo de trabajo el 10 de octubre, fue 360imprimir.pt. La empresa tecnológica, del sector de la impresión, no es nueva en la aplicación de diferentes modelos de trabajo – hace unos meses destacó por la implantación del trabajo 100% a distancia tras el cierre de las oficinas con sede en Lisboa y Braga. Para la empresa, la semana laboral de 4 días será un modelo que se estudiará durante dos años y garantiza que los empleados no perderán ni un céntimo de su salario, ya que no se modificará.

En Portugal, al menos por el momento, la medida de trabajo no será obligatoria. Sin embargo, en los últimos meses el Gobierno ha mantenido varias reuniones de trabajo sobre el modelo de trabajo y su aplicación. Al igual que otros países, como España y el Reino Unido, Portugal también llevará a cabo un proyecto piloto que abarcará los sectores público y privado que se desarrollará a partir de junio de 2023.

Hasta enero de 2023 se recogerán las solicitudes de empresas interesadas en participar en el proyecto piloto, que durará seis meses. A diferencia de las iniciativas que hay en marcha en España (en la Generalitat valenciana y la Administración estatal), el Gobierno portugués no subvencionará a las empresas que participen en el proyecto piloto con la intención de disponer así de una evaluación objetiva.

La segunda fase se desplegaría en el sector público en 2024, mientras que en la tercera fase se subvencionará a las 60 empresas elegidas de forma aleatoria por la Administración para realizar un estudio comparativo para contrastar el efecto de la implantación de la semana de cuatro días con otras donde se mantenga el calendario actual de lunes a viernes.

El plan portugués contempla tres líneas rojas: no hay recorte salarial, se reducen las horas de trabajo y la participación de las empresas es voluntaria. La idea es que ayude a entender los puntos más importantes a evaluar para ver la viabilidad de este modelo de trabajo. Sin embargo, si el resultado es positivo, no se sabe si el Gobierno hará de este modelo algo para todos los sectores y si definirá una legislación clara y asertiva.

Desde UGT, creemos imprescindibleel establecimiento dela jornada laboral de 32 horasque contribuirá a la implementación del Pilar Social Europeo. Pretendemos con esta iniciativa llevar a cabo un debate amplio para lograr nuestro objetivo en el conjunto de la Unión, algo que sería un hito histórico, comenzando por el Parlamento Europeo, donde estamos trabajando conjuntamente con la alianza progresista para lanzar un proyecto piloto europeo sobre la semana laboral de 32 horas.

La propuesta de UGT sobre la reducción de la jornada laboral, hereda la tradición de las principales reivindicaciones históricas por parte de las organizaciones sindicales, para lograr la máxima de trabajar menos horas para vivir mejor y trabajar menos para trabajar todos y todas. Esta reivindicación ofrece en sí misma una solución a un mundo actual en el que, el trabajo es un bien escaso y la productividad se incrementa como consecuencia de los procesos de automatización y digitalización.

Además, ahora en plena recuperación de la crisis derivada del COVID-19 y la nueva crisis por la guerra de Ucrania, la redistribución del empleo existente y el desarrollo de un nuevo modelo productivo más justo, eficiente y sostenible, se presenta como una solución, en el marco del proceso de reconstrucción económica y social, en plena revolución por la digitalización de la economía.

En el caso concreto de España, la reducción del tiempo de trabajo se presenta como una clara solución a la elevada tasa de desempleo estructural de nuestro país, muy por encima en serie histórica, de la media europea. Por ello, en UGT estamos convencidos de quela reducción de jornadadebe jugar un papel relevante en la creación de empleo y que con ella se abrirá una oportunidad para implementar medidas en paralelo que acaben con la precariedad, pues el empleo que se cree ha de ser estable y de calidad.

Un factor fundamental que completa y da sentido a nuestra reivindicación es la exigencia de que la reducción de jornada ha de producirse sin rebaja salarial. En este sentido, consideramos que los salarios han de mantenerse, aunque se reduzca la jornada, ante todo y fundamentalmente, porque esto serviría para revertir y compensar la tendencia regresiva experimentada por los salarios en España, que solo entre 1995 y 2020 han perdido hasta 8 puntos porcentuales en relación con el PIB, a diferencia de la evolución seguida por la media europea, que apenas ha bajado 1 punto porcentual.

Los salarios han de mantenerse porque está demostrado que, en nuestro país, la economía crece con el poder de compra de las familias y no con los beneficios empresariales. La creación de puestos de trabajo, fruto de la reducción de jornada y el sostenimiento de la capacidad adquisitiva ayudarían a fortalecer el consumo interno y activar las inversiones en nuestro país.

Para UGT, los beneficios de la reducción de la semana laboral a 32 horas son múltiples y en todos los ámbitos, pues permitirá por fin la efectividad de los derechos en materia de igualdad entre mujeres y hombres y conciliar la vida profesional y la vida privada. Reducir el tiempo de trabajo espermitir a las mujeres empleadas a tiempo parcial poder acceder por fin a un tiempo completo, lo que conllevaría a reducir la brecha salarial y la de las pensiones.

Es necesario también incorporar instrumentos básicos como el Diálogo Social y la Negociación Colectiva para garantizar un desarrollo progresivo, consensuado y que se adapte a la realidad de cada ámbito. La Negociación Colectiva tendrá que definir qué forma toma la nueva jornada laboral, en función de la realidad y características propias de cada sector y empresa, para lograr la plena y satisfactoria adaptación a cada ámbito empresarial y laboral.

Y para lograr el cambio, no solo bastará con los instrumentos normativos y de diálogo con los interlocutores sociales, mencionados anteriormente. Somos conscientes de que el apoyo del Estado será esencial, para impulsar la puesta en marcha en los primeros años y ello exigirá un adecuado sistema de incentivos. Es por tanto también ahí donde la necesidad de este debate a nivel europeo se hace evidente, pues los recursos públicos necesarios destinados a este tipo de incentivos.

Por último, una jornada laboral más corta permitirá un incremento generalizado de la calidad de vida, así como el impulso de una sociedad más igualitaria y sostenible. Trabajar menos horas supone un sinónimo de progreso en los países más avanzados, pues representa una mejoría en la calidad de vida de los trabajadores y trabajadoras, generando también un impacto positivo sobre la salud de los mismos.

Solamente así se logrará que las personas trabajadoras amplíen la soberanía sobre su propio tiempo, a la vez que se fomenta un modelo de desarrollo económico más eficiente y sostenible, en el contexto de transición justa y digital en que está inmerso en este momento nuestra sociedad europea.

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