La política de cohesión debe seguir siendo un pilar fundamental para el progreso socioeconómico y la convergencia

El Consejo de la UE ha aprobado unas conclusiones en las que fija su posición sobre aspectos clave para el futuro desarrollo de la política de cohesión, en línea con las conclusiones del dictamen de UGT aprobado en el CESE, pero sin hacer referencia expresa a la participación de los interlocutores sociales en la misma.


Las Conclusiones servirán de base para los debates de los próximos años y para los trabajos de la Comisión relativos al marco legislativo para la política de cohesión posterior a 2027 y en las mismas se destaca que la política de cohesión debe seguir siendo una pieza clave de la UE y mantener como único objetivo el refuerzo de la cohesión económica, social y territorial y la reducción de las diferencias regionales.

En línea con el dictamen presentado por UGT en el Comité Económico y Social Europeo (CESE), estas conclusiones defienden que, aunque la política de cohesión es una política para todas las regiones de la UE, debe garantizarse un apoyo más específico y adaptable para las regiones menos desarrolladas.

Del mismo modo reconocen debe prestarse especial atención a las necesidades de las zonas rurales, de las zonas afectadas por una transición industrial y de las regiones que padecen desventajas naturales o demográficas graves y permanentes como, por ejemplo, las regiones más septentrionales poco pobladas y las regiones insulares, transfronterizas y de montaña.

Asimismo, el texto invita a la Comisión a que tenga sistemáticamente en cuenta las necesidades de las regiones ultraperiféricas y los efectos de sus propuestas legislativas en dichas regiones. El Consejo subraya asimismo la necesidad de cuantificar y evaluar las necesidades específicas de los distintos territorios y de abordar el problema de las regiones que se encuentran en la trampa de desarrollo.

Las conclusiones del Consejo reconocen un precepto de gran importancia y es que la política de cohesión es una política a largo plazo y no un instrumento de crisis, lo que supone un gran avance en términos de convergencia regional, nacional y europea.

Si bien, aunque recuerda que la gestión compartida y el principio de asociación han sido parte integrante de la política de cohesión, garantizando un sistema de gobernanza multinivel que preserve el equilibrio en la toma de decisiones entre la Comisión, los Estados miembros, las regiones y las autoridades locales, en el texto no se hace referencia explícita a la participación de los interlocutores sociales.

En este sentido, desde UGT volvemos a hacer un llamamiento a los estados y a las regiones de la UE para que hagan participar a los interlocutores sociales y a otras organizaciones de la sociedad civil de la manera más amplia y eficiente posible en la elaboración de la política de cohesión y en el seguimiento de sus efectos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *