El mapa de las regiones que más fondos de cohesión reciben de la Unión Europea

Desde 1989, las regiones del sur han sido las principales destinatarias de la financiación comunitaria, con Andalucía a la cabeza


Desde hace más de treinta años, los fondos de cohesión se han convertido en una de las políticas económicas más importantes de la Unión Europea. Estas potentes inyecciones de dinero, dirigidas a reducir las brechas internas del espacio comentario, han llegado a todos los rincones de la UE, aunque ninguna otra región ha recibido tanta financiación como Andalucía. Entre 1989 y 2020, la comunidad autónoma del sur de España acumula más de 40.000 millones de euros en fondos a través de diversos instrumentos de financiación.

Junto con la política agrícola común (PAC), la política de cohesión europea —también conocida como política regional— es una de las medidas comunitarias más antiguas, si bien en los más de treinta años que lleva en funcionamiento ha sufrido cambios y ampliado sus instrumentos de financiación.

Si se atiende a la inversión per cápita, las regiones que más han recibido son Macedonia oriental y Tracia, en Grecia; la ciudad autónoma de Ceuta en España; y las islas Azores de Portugal, con más de 400 euros al año de media. Andalucía, a pesar de ser la mayor receptora de fondos, no alcanza los 200 euros anuales de media por habitante debido a su elevada población, de 8,5 millones de habitantes, lo que la convierte en tercera región más poblada de la UE tras Isla de Francia y Lombardía (Italia).

Aunque las ayudas derivadas de esta política se agrupen bajo el nombre genérico de fondos de cohesión, existen hasta siete mecanismos de financiación diferentes. De ellos, tan solo uno se llama Fondo de Cohesión (FC), y es una ayuda reservada a los países cuya renta nacional bruta per cápita no supera el 90% de la renta media de la Unión.

Por volumen de transferencia y alcance, los principales fondos de financiación regionales son el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y el Fondo Social Europeo (ahora FSE+). Si el FEDER se enfoca en el desarrollo social y económico, el Fondo Social Europeo se encarga de apoyar las políticas sociales, de empleo o educación de la UE. A esta variedad de instrumentos de financiación se suma el hecho de que muchos de los programas de la política regional también cuentan con partidas nacionales.

En cualquier caso, la política de cohesión se lleva cada año más de un tercio del presupuesto comunitario, lo que se traduce en 392.000 millones de euros para el periodo que abarca desde 2021 hasta 2027.

Así ha cambiado la financiación regional desde 1989

Desde su creación, la política regional de la UE ha evolucionado en respuesta a la inclusión de nuevos países. En el primer ciclo de financiación, con quince Estados miembros, el presupuesto total era de unos 30.000 millones de euros. A medida que la Unión fue creciendo, los fondos destinados a la cohesión aumentaron considerablemente.

La gran ampliación de 2004, en la que se incorporaron diez nuevos países del este con economías más endebles, supuso que la población de la UE aumentara en un 20%. Sin embargo, el PIB del bloque solo creció un 5%, lo que puso en evidencia las necesidades económicas de los países del este. Fueron estos Estados a los que se dirigieron los nuevos fondos, mientras que España —que hasta 2007 había sido el principal beneficiario— comenzó a recibir menos recursos. De hecho, si en los años noventa casi todas las regiones españolas se clasificaban como menos desarrolladas, actualmente solo las del sur permanecen en esa categoría. 

En el periodo 2014-2020, con 28 miembros —antes de la salida de Reino unido— y una UE que superaba los 500 millones de habitantes, la cantidad total de las ayudas ya se había triplicado respecto del primer ciclo. Polonia, el principal receptor en los dos últimos periodos, ha concentrado alrededor del 20% del total de transferencias en los últimos años. 

¿Qué esperar del período actual?

En el ciclo de financiación 2021-2027, España se mantiene como el tercer mayor receptor de fondos europeos, con asignaciones que representan aproximadamente un 10% del total, una cifra que similar a la de ciclos anteriores pero significativamente menor al 23% que recibió en el periodo 2000-2006. Paralelamente, países del este como Estonia, Lituania, y algunas regiones de Chequia y Polonia, han mejorado su clasificación, pasando de menos desarrolladas a regiones en transición.

Para el ciclo actual se han introducido prioridades específicas como la transición hacia una Europa más verde y baja en carbono, así como el desarrollo integrado de zonas urbanas, rurales y costeras. En este sentido, se ha implantado el nuevo Fondo de Transición Justa (FTJ), que tendrá una financiación de casi 27.ooo millones si se suman las aportaciones nacionales.

No obstante, persisten importantes disparidades regionales dentro de la UE. En 2020, el PIB per cápita de Bucarest era casi cinco veces mayor que el de las regiones más pobres de Rumanía, una tendencia que se repite en todo el espacio comunitario: Luxemburgo, la región mas rica, tiene un PIB per cápita un 367% más alto que Calabria, en el sur de Italia.

Aunque más del 75% de los fondos de cohesión siguen destinados a las regiones menos desarrolladas, principalmente en Europa del Este, varias regiones del sur de Italia, Grecia (que se unió en 1981), España y Portugal (miembros desde 1986) continúan siendo grandes receptoras de estos fondos.


Fuente: https://elordenmundial.com/mapas-y-graficos/mapa-regiones-que-mas-fondos-cohesion-reciben-union-europea/

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