Mapa del empleo altamente cualificado en la Unión Europea

Las regiones capitales, los países nórdicos y el eje industrial europeo concentran los trabajos especializados en la UE


Como ocurre con muchos otros indicadores socioeconómicos, el mapa del empleo altamente cualificado en la Unión Europea muestra un espacio comunitario a dos velocidades, con un sur a remolque del resto del conteniente. Sin embargo, las grandes brechas en la especialización del mercado laboral no solo se dan entre países, sino también entre los núcleos urbanos y las zonas rurales, que se pueden ver en todo el continente pero que son especialmente acusadas en países como España, Italia, Hungría o Bulgaria. 

En las regiones que acogen las capitales y los grandes núcleos de población de estos países, más del 40% de los empleos son altamente cualificados, mientras que en el resto de sus regiones rara es la vez que llegan al 30%. Según Eurostat, los empleos altamente cualificados son aquellos que ocupan personas de entre 25 y 64 años que trabajan cómo directivos, profesionales, profesionales asociados y técnicos. Al cierre de 2022, cerca de 80 millones de personas tenían este tipo de empleos en la Unión Europea, lo que supone un 44,2% del total de personas ocupadas.

Las grandes diferencias en la distribución europea del empleo altamente cualificado están relacionadas con alta densidad de población en las ciudades, que desde el éxodo rural y la industrialización del continente en el siglo XIX han concentrado un mercado laboral más dinámico y especializado, frente a la despoblación de las amplias zonas rurales.

La desigual distribución de los españoles, con una alta concentración demográfica en los núcleos urbanos de Madrid, Barcelona y Bilbao, es un claro ejemplo de este fenómeno. De hecho, la España vacía o vaciada, cómo se conoce a las amplias zonas del interior, incluye algunos de los territorios de menor densidad de población de Europa, comparables sólo con zonas del norte de Escandinavia, a pesar de su clima mucho más privilegiado.

Otro factor a considerar es el rol de las ciudades cómo centros administrativos, tecnológicos y de innovación. En ellas se instalan grandes empresas e industrias, ofreciendo más puestos de trabajo altamente cualificados, pero también la administración estatal. De hecho, 12 de las 14 regiones de la UE que cuentan con mayor número de personas empleadas altamente cualificadas corresponden con regiones capitales.

De esta manera, en el mapa europeo del trabajo altamente cualificado destacan los países nórdicos y las regiones capitales, pero además el eje industrial europeo, conocido coloquialmente como la banana azul europea, que corresponde con la diagonal trazada desde Inglaterra hasta el norte de Italia, pasando por Bélgica, Países Bajos y la región alemana de la cuenca del Rin.

Esta región se caracteriza por concentrar una intensa actividad económica, sobre todo industrial, que la convierte en la región de mayor poder adquisitivo de la UE. En esta zona, que además cuenta con menores tasas de desempleo, el peso del empleo cualificado alcanza, como mínimo, el 40%.

Las políticas centralistas, como aquellas llevadas a cabo en España hasta los años setenta, y que concentraron la actividad económica del interior del país en Madrid, tienen mucho que ver también con el gran peso de capitales frente a las amplias zonas rurales con bajas oportunidades. Para el caso español, sólo nueve provincias (Álava, Vizcaya, Barcelona, Madrid, Sevilla, Cádiz, Valencia, Valladolid, y Zaragoza) concentran el 71% de los empleados en TIC, y reúnen también el 60% de la concesión de patentes en el país.

Así, en el mapa del empleo altamente cualificado de la UE se puede distinguir claramente ciudades como París, Madrid, Lisboa o Varsovia del resto del país al que pertenecen. En contraste, Suecia o Países Bajos destacan por mantener una uniformidad en la cualificación de sus regiones, con más del 50% de empleos altamente cualificados en todas ellas. Las dos regiones más cualificadas de la Unión se encuentran en estos dos países, y corresponden con la región de Estocolmo y la de Utrecht, respectivamente.

En este sentido, España destaca por ser el país más sobrecualificado de Europa: más de un tercio de los trabajadores españoles están sobrecualificados en su puesto de trabajo. Esto pone de manifiesto un desajuste crucial: la abundancia de talento cualificado no se correlaciona con la disponibilidad de empleos altamente especializados. Mientras tanto, en Suecia el porcentaje de empleados sobrecualificados no alcanza el 15%.

Como imagen general, las regiones rurales, los antiguos centros industriales y aquellas regiones periféricas de la UE son aquellas con el menor porcentaje de trabajadores altamente cualificados. Las políticas de cohesión regional que ha implementado la UE para abordar estas disparidades enfrentan un desafío complejo: no sólo hay que paliar las diferencias significativas del norte de Europa con el sur, sino sobre todo abordar las disparidades regionales existentes dentro de cada país. 


Fuente: El empleo altamente cualificado en la Unión Europea – Mapas de El Orden Mundial – EOM

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