¿Cómo podría afectar a la UE la nueva política arancelaria de Trump?

Sean cuales sean sus efectos, casi no cabe duda de que las políticas de Trump, si se aplican, tendrán el efecto de un seísmo en la economía mundial


El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró  el domingo pasado que Washington impondrá «sin duda» aranceles a la Unión  Europea (UE) para hacer frente a la «atrocidad» del déficit comercial entre el bloque comunitario y su país. Pero ¿qué efectos tendría esa «guerra comercial»?

Claro que el presidente estadounidense tiene fama de no cumplir sus amenazas. Por ejemplo, el lunes también dijo que un arancel del 25% sobre productos mexicanos y canadienses anunciado tres días antes se «pondría en modo pausa» para dar tiempo a que se alcanzara un «acuerdo» sobre inmigración.

De hecho, el autoproclamado «hombre de los aranceles» tiene una relación algo tensa con la verdad en general, como demuestra su sugerencia -durante su primera campaña presidencial- de que estaba «100%»seguro de que México pagaría por un muro fronterizo con su vecino del norte. No fue así.

Aun así, hay que tomarse en serio su amenaza, sobre todo porque otros aranceles a productos de China sí se han aplicado desde entonces. También plantea dos cuestiones clave.

¿Qué probabilidades hay de que Trump cumpla su advertencia? Si la cumple, ¿cuál será el impacto en Europa?

Una «atrocidad» dudosa

En primer lugar, sin embargo, merece la pena dedicar un poco de tiempo a profundizar en lo «atroz» que es realmente el déficit comercial de Europa con Estados Unidos.

Trump tiene razón en que Bruselas tiene actualmente un importante superávit comercial de bienes con Estados Unidos. Pero no es -ni de lejos- tan grande como él dice.

Trump comentó el pasado domingo que el déficit comercial de EE.UU. con la UE es de 300.000 millones de dólares, antes de asegurar, un par de minutos más tarde, que es de 350.000 millones.

Según la Comisión, el déficit comercial de bienes de EE.UU. en 2023 (último año para el que hay datos disponibles) fue de 150.000 millones de euros: EE.UU. importó bienes de la UE por valor de 502.300 millones de euros y exportó por valor de 346.500 millones de euros.

En servicios, sin embargo, EE.UU. registró un superávit comercial de 104.000 millones de euros, con exportaciones por valor de 396.400 millones de euros e importaciones por valor de 292.400 millones de euros.

Eso significa que el déficit comercial total de EE.UU. con la UE ascendió a 51.800 millones de euros, entre seis y siete veces menos de lo que Trump afirmaba.

Es cierto que 51.800 millones de euros sigue siendo una cifra enorme. Pero, aun suponiendo que los superávits comerciales sean injustos -una suposición importante que muchos economistas refutarían con vehemencia-, palidece en comparación con los superávits de otros países en la línea de fuego de Trump.

En concreto, el déficit comercial de Estados Unidos con la UE es cerca de siete veces menor que su déficit comercial con China y menos de la mitad de su déficit comercial con México.

El déficit comercial total de EE.UU. con la UE es comparable a su déficit con Canadá (53.500 millones de dólares, o 52.000 millones de euros).

Pero también hay que recordar que el PIB de la UE es unas ocho veces mayor que el de Canadá.

Así pues, en proporción al PIB total (una comparación legítima), el superávit comercial de la UE con EE.UU. es de un mísero 0,3% del PIB anual, frente al 2,5% de Canadá.

En resumen, si la relación comercial de la UE con EE.UU. es realmente una «atrocidad», resulta difícil encontrar palabras para describir sus vínculos comerciales con otros países.

¿Una mEga-atrocidad? ¿O una MAGAtrocidad?

¿Se impondrán aranceles?

La mayoría de los analistas dicen que sí.

Agathe Demarais, investigadora principal del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, asegura que la postura de Trump sobre el déficit comercial de EE.UU. hace que «probablemente» la UE sea la siguiente en la lista.

Por otra parte, la experta cree que la sugerencia que hicieron la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la presidenta del Banco Central Europeo , Christine Lagarde, sobre la posibilidad de que Europa pueda evitar los aranceles mediante el aumento de las importaciones de Gas Natural Licuado (GNL) de EE.UU. es «poco realista»,

Esa medida necesitaría una prohibición de las importaciones de GNL ruso que muchos Estados miembros siguen considerando económicamente esencial.

Estados Unidos es el segundo mayor exportador de GNL a la UE después de que la invasión de Ucrania en 2022 provocara un colapso de las importaciones energéticas europeas procedentes de Moscú.

«Trump está apuntando a las economías que registran los mayores superávits comerciales con EE.UU., lo que significa que China, la UE, Canadá y México serán los primeros en la línea de fuego», subraya.

Alicia García-Herrero, investigadora principal del «think tank» Bruegel, advierte de que Europa debería «prepararse» para los aranceles de Trump.

«Parece que se está peleando (Trump) con los países que están más cerca», comenta la investigadora, al tiempo que agrega que la propuesta de reducir los aranceles a China es probablemente el resultado del deseo de Trump de llegar a un «acuerdo» con Pekín.

¿Cuál será el impacto?

Probablemente será malo, pero no tan perjudicial como, por ejemplo, el posible impacto en Canadá o México.

Según los analistas del Deutsche Bank, un arancel del 10% sobre las importaciones de la UE reduciría el PIB de la Unión entre un 0,5% y un 0,9%. Dado que se prevé que la economía de la UE crezca un 1% este año, es probable que el bloque se vea empujado al borde de la recesión.

Por el contrario, en una nota de investigación publicada el lunes (3 de febrero), Eric Dor, director de estudios económicos de la Escuela de Administración IESEG, sugiere que el impacto de los aranceles anunciados por Trump del 25% a México y Canadá y del 10% a China podría reducir el PIB de Canadá en un 3%, mientras que el impacto en México podría ser varias veces mayor.

¿Por qué Europa, en términos relativos, saldrá indemne? Por dos razones.

La primera es que Estados Unidos importa mucho menos a la UE que a Canadá y México. Aproximadamente tres cuartas partes de las exportaciones totales de Canadá y cuatro quintas partes de las exportaciones mexicanas se dirigen a Estados Unidos. En cambio, EE.UU. representaba en 2023 algo menos de una quinta parte de las exportaciones totales de la UE.

La segunda razón es que muchos de los bienes que la UE exporta a EE.UU. -entre ellos automóviles alemanes de lujo y productos farmacéuticos caros, como el adelgazante Ozempic- son productos de gama alta que suelen comprar personas acaudaladas.

En la jerga de los economistas, esos productos son inelásticos, es decir, su demanda no se ve afectada significativamente por las variaciones de precios.

Sin embargo, estas cifras y estimaciones deben tomarse con cautela.

«Hay un amplio espacio de incertidumbre, no sólo en torno a las estimaciones de los modelos de impacto de estos aranceles, sino también sobre si se mantendrán o se modificarán al alza o a la baja en el curso de las negociaciones», comentaron este lunes (3 de febrero) los analistas de Bloomberg Intelligence.

Otra posible fuente de incertidumbre es el impacto de las políticas comerciales de Trump en el dólar estadounidense, que se han revalorizado desde que anunció los aranceles, lo que podría limitar su daño.

«Al fortalecer el dólar, los aranceles de Trump podrían reducir la competitividad de las exportaciones estadounidenses, lo que también podría beneficiar a la UE», comenta Varg Folkman, analista del European Policy Centre.

Sean cuales sean sus efectos, casi no cabe duda de que las políticas de Trump, si se aplican, tendrán el efecto de un seísmo –abrumadoramente negativo- en la economía mundial.


Fuente: ¿Cómo podría afectar a la UE la nueva política arancelaria de Trump? – Euractiv ES

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