Conferencia del CESE sobre la política de cohesión y la ampliación de Europa: «Una Europa más fuerte necesita una política de cohesión más fuerte»

El 11 de junio, el CESE celebró su reunión extraordinaria de la Mesa en Budapest, antes del inicio de la Presidencia húngara de la UE el próximo mes. Al inaugurar la conferencia, el presidente del CESE, Oliver Röpke, habló de la importancia de la política de cohesión de la UE, que figura entre las prioridades de la Presidencia húngara. En la jornada entre otros, formó parte de una mesa, junto con el presidente de la Sección ECO, Ioannis Vardakastanis, la secretaria de Políticas Europeas de UGT y Vicepresidenta del Grupo II de trabajadores del CESE, Mari Carmen Barrera.

E su intervención, Barrera destacó que decidieron en el dictamen dar voz a la sociedad civil de los países candidatos. Para ello organizamos una audiencia pública donde contamos con más de 34 organizaciones de la sociedad civil, organizaciones empresariales y sindicatos. Previamente para contactarlas elaboramos un cuestionario que enviamos a todas y cuantas organizaciones pudimos contactar en los países candidatos y del que, para nuestra sorpresa, recibimos cuantiosas respuestas.

Organizaron también una segunda audiencia pública en Montenegro donde además contamos con la presencia de la representación de la UE en el país y del gobierno de Montenegro. Además, representantes de la sociedad civil de Albania formaron parte del grupo de estudio y participaron de todas las audiencias. Afirmó también que realmente cuando comenzaron no esperábamos contar con tantas respuestas,» ha sido una muy grata experiencia el comprobar como nuestra iniciativa era muy valorada por las organizaciones de la sociedad civil de los países candidatos. Ese gran valor añadido está reflejado en los anexos al texto de la opinión y les pido que lo lean, pues pienso que con este trabajo hemos creado lazos y abierto las fronteras de nuestro comité a los países candidatos, de la mano de la que podrá ser la política que termine con las desigualdades en estos países, la política de cohesión y su gran poder de transformación.

Este dictamen exploratorio de la presidencia belga, aúna dos valiosos y exitosos instrumentos de política europeos: la política de cohesión y la ampliación, debido sobre todo a su gran poder transformador de la realidad. La influencia de la política de cohesión en el proceso posterior a la ampliación puede promover la paz y la prosperidad en todo el continente europeo, especialmente en las regiones en las que la paz y la estabilidad se han visto amenazadas recientemente.»

«Hemos estudiado en nuestro dictamen, continuó, como han repercutido las oleadas de ampliación previas en los actuales Estados miembros y sus regiones, ya que los nuevos Estados miembros se incorporan al mercado único y afectan a la cadena de valor internacional y a la migración laboral en la UE. Y es por esto que decimos que se necesitan fondos adicionales para invertir en las regiones fronterizas con los países candidatos, así como en las regiones de los actuales Estados miembros gravemente afectadas por los cambios en la UE consecuencia de la ampliación.»

«A fin de preparar a los Estados candidatos para aplicar plenamente los instrumentos de la política de cohesión en el futuro, la política de ayuda de preadhesión debería adaptarse mejor a los puntos fuertes, los retos y las necesidades de las respectivas regiones, así como de las regiones limítrofes de los Estados miembros de la UE.

Recomendamos en el dictamen que la política de cohesión de los futuros Estados miembros haga hincapié en el desarrollo del capital humano, la educación y la integración social para mitigar las desigualdades sociales. Es esencial fomentar los vínculos con las organizaciones de la sociedad civil e implicarlas en la mejora de la planificación de las políticas.»

Con la futura política de cohesión, debería darse prioridad a la protección de los grupos vulnerables, que se enfrentan a obstáculos adicionales y formidables para su desarrollo económico y social y pueden tener que afrontar retos adicionales en el futuro proceso de adhesión.

Unas asociaciones más sólidas con las OSC en los Estados candidatos no sólo son inestimables para la promoción de los objetivos de la ampliación, sino que también están en consonancia con unas estrategias de desarrollo eficaces e integradoras mediante el uso de los principios establecidos de asociación sólida y gestión compartida.

La política de cohesión debería gozar de todo el apoyo necesario para promover el crecimiento y la recuperación en todas las regiones europeas; Esto incluye llevar a cabo la transición ecológica y digital y ayudar a las regiones a adaptarse a los actuales retos demográficos, industriales, estratégicos y de seguridad.

Pero el papel de la política de cohesión debe ir mucho más allá de la inversión básica. Debe centrarse en el desarrollo institucional y de capacidades, incluidos los programas de hermanamiento y el apoyo a la sociedad civil y a los interlocutores sociales. La experiencia de los países bálticos ha demostrado que la mejora de las capacidades institucionales permite un uso más eficaz de los fondos de la política de cohesión, acelerando su integración y crecimiento económico. Estos fondos también han ayudado a estos países a situarse a la vanguardia de la elaboración de políticas públicas eficaces.

Dada la magnitud de los retos, especialmente en Ucrania, no basta con confiar únicamente en la política de ayudas de preadhesión. La UE tendrá que emprender acciones específicas, posiblemente a través de mecanismos ad hoc para garantizar que las cuestiones más acuciantes y exigentes, como la reconstrucción de posguerra, se aborden eficazmente. Esto es esencial para maximizar el impacto y los beneficios de cualquier política pública futura

La CE debería orientar sus reformas de la futura política de cohesión, en paralelo al proceso de ampliación, a potenciar la eficacia de las políticas actuales, basándose en una mayor especialización y diversificación, vinculadas a una mayor flexibilidad y especialización financiera. Ninguna ayuda financiera puede conseguir desencadenar la prosperidad económica sin esfuerzos paralelos en materia de desarrollo institucional, reforma de la gobernanza y compromiso de la sociedad civil.

Y dando voz a la sociedad civil en los países candidatos, pedimos en nuestro dictamen actuar urgentemente para frenar la ola de emigración de los países candidatos a la adhesión a la UE, que amenaza con arruinar el potencial de desarrollo económico y social. Es esencial mejorar la situación de los jóvenes en los países candidatos a la adhesión, mejorar la cualificación y aumentar las oportunidades de empleo, paralelamente a las soluciones de vivienda. También debe fomentarse el diálogo y la participación de los jóvenes en iniciativas de garantía juvenil.

Hay que redoblar los esfuerzos para atender a las personas y grupos vulnerables en los países candidatos, incorporándolos no sólo a los sistemas de protección, sino también teniéndolos en cuenta en el proceso de toma de decisiones, como la mejor manera de alcanzar el primer principio básico de la Política de Cohesión de «No dejar a nadie atràs».

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