Socialistas, liberales y el PP europeo retrasan la evaluación de Ribera y los principales comisarios para votarlos en bloque
El Partido Popular español maniobra para que la votación en Bruselas de la socialista, candidata a la gran cartera de Competencia y políticas verdes, no se produzca hasta que dé explicaciones sobre la dana en el Congreso
El Partido Popular Europeo, los socialdemócratas y liberales han pactado posponer las evaluaciones (votación) de los comisarios europeos candidatos a las seis vicepresidencias, que se están examinando este martes ante el Parlamento Europeo, para hacerlas todas juntas y cuando las audiencias hayan concluido. Es decir, votar sobre la idoneidad de todos los vicepresidentes. El pacto busca que ningún grupo pueda tomar como rehén a un aspirante para garantizar que el que ha designado su partido sea aprobado. Las audiencias parlamentarias terminan esta noche. En principio, las evaluaciones serán este miércoles por la mañana, como pronto, según informan fuentes de varios grupos parlamentarios. Sin embargo, el Partido Popular español, que está maniobrando contra la socialista Teresa Ribera, designada como vicepresidenta primera para Transición Justa, Limpia y Competitiva y encargada de Competencia, está presionando a los conservadores europeos para que el retraso sea mayor; incluso la semana que viene, según indican fuentes parlamentarias.
“Esperamos que Teresa Ribera responda a todas las preguntas pendientes sobre sus funciones ministeriales ante el Parlamento español antes de buscar nuevas responsabilidades en Europa”, ha dicho Manfred Weber, presidente del PPE, en un comunicado tras la audiencia de la española en la Eurocámara. “No podemos permitirnos cargar a la nueva Comisión con responsabilidades jurídicas y políticas derivadas de los anteriores roles ejecutivos de sus nuevos miembros”, ha añadido el conservador alemán.
Pese a todo, hay todavía bastante confusión entre los grupos parlamentarios sobre cuándo serán las evaluaciones y se sigue negociando. Por procedimiento no se puede bloquear ni posponer nada hasta que se reúnan los coordinadores de los grupos para hablar sobre los vicepresidentes en su evaluación inicial, apuntan varias fuentes. Una cita que, según las reglas, debería tener lugar este miércoles, ya que debe realizarse en las horas posteriores a la audiencia del candidato. No obstante, por el momento todo está aplazado “hasta nuevo aviso”, acotan las fuentes.
El PP, arropado por el PPE se mueve para dilatar los márgenes, pese a que la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen (también de los populares europeos), tiene prisa por aprobar la nueva Comisión Europea en un contexto internacional turbulento y muy delicado para la Unión Europea. La conservadora alemana, que ha despejado su agenda para centrarse en las audiencias parlamentarias, podría dar un golpe sobre la mesa si el retraso es grande. Von der Leyen se ha presentado este martes por la tarde en el Parlamento Europeo de forma imprevista, antes incluso de que acabaran las audiencias, y se ha reunido con algunos jefes de grupo, como la socialdemócrata Iratxe García o la liberal Valérie Hayer. El ambiente es tenso.
Fuentes populares dicen que sería deseable que Ribera diera antes de la evaluación explicaciones en el Congreso sobre su gestión durante la devastadora dana —tiene una comparecencia prevista el 20 de noviembre—, pero no confirman cuándo ni si se ha fijado la fecha de las evaluaciones en Bruselas. De prosperar, esa iniciativa supondría que la política nacional marcase la agenda de la Eurocámara. La idea de aplazar tanto tiempo la decisión global —hasta la semana próxima, que no es acorde con los pactos preliminares— ha causado un gran malestar entre el resto de grupos parlamentarios, pero sería una fórmula del conservador alemán Manfred Weber para darle una baza a sus colegas españoles de grupo parlamentario, pase lo que pase después en las evaluaciones. El PPE es el grupo mayoritario en la Eurocámara y tiene una llave importantísima en la negociación. “Hoy, Ribera no sale adelante, el PP y el PPE lo van a impedir”, aseguran fuentes del PP, que acusan a los socialistas de mantener como “rehenes” al resto de vicepresidentes.
Ante la posibilidad de que el PP y PPE bloqueen a Ribera, los socialdemócratas advierten de un efecto dominó. “No vamos a aprobar a nadie hasta que Ribera sea aprobada”, advierten fuentes del grupo socialdemócrata.
La logística del Parlamento no es sencilla. Los eurodiputados suelen viajar a sus territorios de origen los jueves, con lo que si no se llega a una decisión antes de ese día, todo deberá retrasarse hasta la próxima semana. Demorar las evaluaciones hasta entonces, si no hay ningún tropiezo de alguno de los comisarios, todavía daría tiempo a que el voto de toda la Comisión se celebre en el último pleno de noviembre en la Eurocámara. Pero pondría en problemas a sus seis vicepresidentes, que comparecen este martes, y sería un comienzo tormentoso para el nuevo Ejecutivo comunitario. Todo muy acorde con los tiempos políticos que se viven en Europa, con una Eurocámara escorada a la derecha en la que los conservadores tradicionales han roto el cordón sanitario y están cada vez más cerca de la ultraderecha.
Ribera, que está llamada a ser la mujer fuerte de Von der Leyen, con la cartera más potente, sería una de las grandes perjudicadas de ese retraso. Su nombramiento ha estado rodeado del ruido de la oposición española. Pero también el italiano Raffaele Fitto, designado por la ultraderechista Giorgia Meloni y que el PPE ha tomado como si fuera un integrante de su grupo, podría ser uno de los damnificados, aunque a los conservadores y la extrema derecha les saldrían los números para aprobarlo directamente, sin necesidad de otros grupos. A los socialdemócratas no les gusta que Fitto haya sido designado como uno de los vicepresidentes europeos y habían mostrado objeciones al respecto. Pese a todo, la gran pieza de todo el puzle es la española Ribera.
En declaraciones en el Senado, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha acusado al PP de “irresponsabilidad, falta de lealtad y de patriotismo” por torpedear la candidatura de Teresa Ribera a vicepresidenta de la Comisión Europea y ha subrayado que lo que necesitan España y la UE en estos momentos es “unidad” y que se ponga en marcha cuanto antes el Ejecutivo comunitario, informa Miguel González.