La Eurocámara dispuesta a negociar una nueva ley para impulsar la industria europea del chip

El proyecto de ley pretende garantizar el suministro de chips en la UE impulsando la producción y la innovación, y estableciendo medidas de emergencia contra la escasez.

El Parlamento fijó su posición negociadora sobre dos proyectos de ley: uno sobre la «Ley de chips», cuyo objetivo es reforzar la capacidad tecnológica y la innovación en chips de la UE, y otro sobre la empresa común de chips para aumentar las inversiones destinadas a desarrollar este tipo de presencia europea.

En cuanto a la «Ley de chips», los eurodiputados respaldaron el texto aprobado por la comisión de Industria, que se centra en la próxima generación de semiconductores y chips cuánticos y en la creación de una red de centros para hacer frente a la escasez de competencias y atraer nuevos talentos en investigación, diseño y producción. También quieren apoyar proyectos destinados a impulsar la seguridad de abastecimiento de la UE atrayendo inversiones y aumentando la capacidad de producción.

Se crearía un mecanismo de respuesta a las crisis, en el que la Comisión evaluaría los riesgos para el suministro de semiconductores en la UE y los indicadores de alerta rápida en los Estados miembros que podrían desencadenar una alerta a escala de la UE. Esto permitiría a la Comisión aplicar medidas de emergencia, como priorizar el suministro de productos especialmente afectados o realizar compras comunes para los Estados miembros.

Además, en otra votación, los eurodiputados aprobaron por 594 votos a favor, 15 en contra y 27 abstenciones la propuesta de empresa común Chips, que aplica las medidas previstas en la iniciativa «Chips for Europe». El plan pretende apoyar la creación de capacidades a gran escala mediante la inversión en infraestructuras de investigación, desarrollo e innovación a escala de la UE y de libre acceso.

Desde UGT, consideramos que la Ley de chips de la UE debe establecerse como un actor clave en el impulso a los semiconductores, los cuales resultan de una importancia vital para llevar a cabo la doble transición. Europa y su ciudadanía necesitan una industria sostenible y competitiva, por lo que exigimos una financiación específica que refleje el alcance estratégico del sector y muestre un apoyo inteligente a la política industrial verde europea que incremente la seguridad de todas las cadenas de suministro y genere nuevos puestos de trabajo de calidad.

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