Necesitamos una política de cohesión que apoye a las personas más vulnerables y atienda sus necesidades

Es necesario especializar aún más el apoyo de la política de cohesión a los ámbitos territoriales y a las necesidades y grupos específicos de personas vulnerables


Hay que reforzar en términos de financiación los enfoques basados en el territorio para proporcionar un apoyo más adaptado, abordando las necesidades específicas de desarrollo de las personas y ámbitos locales, así como los impactos de las transiciones ecológica y digital, el cambio demográfico y otras perturbaciones.

Un factor esencial para el futuro es implicar más a los agentes sociales, a nivel local también. Hay que cambiar la estructura de los fondos para que los agentes sociales puedan participar en el diseño de la política de cohesión y en su aplicación a nivel local. Hay que mejorar también el seguimiento por los agentes sociales de estas políticas, más transparencia y eficacia es necesaria en el partenariado. Esto es clave para reforzar la eficacia del principio de gobernanza multinivel en la política de cohesión. Esto puede ayudar a hacer frente a la presión sobre la democracia, aumentando la apropiación de las políticas de la UE.

Hay que ampliar, modernizar o revisar la gama de instrumentos y enfoques, centrándose más en la capacidad, los vínculos interregionales y las oportunidades para los ciudadanos más allá de la simple inversión. Para ello es fundamental:

  • Hay que garantizar que el uso de los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia sea plenamente compatible con la aplicación de la política de cohesión y que las inversiones y programas iniciadas con este mecanismo no queden en suspenso dada la incertidumbre sobre la continuidad del MRR para los próximos años. Estas inversiones sonclaves también para los objetivos de cohesión y en caso de quedar en suspenso el MRR, puede tener un impacto muy negativo en el desarrollo de regiones y territorios y en las necesidades de grupos de personas vulnerables, especialmente.
  • Hacer más hincapié en estrategias de política territorial
  • Crear nuevos tipos de perspectivas económicas para las regiones menos desarrolladas, periféricas zonas rurales poco pobladas, islas de la UE y ultraperiféricas, como Canarias.
  • Fomentar iniciativas para identificar y abordar cuidadosamente las necesidades específicas de las regiones y territorios en trampas de desarrollo y ayudarles a superar sus retos.

Es esencial para la política de cohesión en el contexto actual, abordar la brecha rural-urbana mediante el refuerzo de los vínculos rurales-urbanos y del papel de las ciudades y pueblos más pequeños en el apoyo a las zonas rurales y el impulso del desarrollo económico regional. Para ello hay que aumentar las inversiones en capital humano, regional y local.

La convergencia solo se conseguirá aumentando la resiliencia no solo de las regiones menos desarrolladas y periféricas, sino también de todas las regiones, mediante una diversificación a prueba de futuro de sus tejidos económicos. Ello conlleva reforzar aún más la integración de las preocupaciones de las regiones ultraperiféricas, como Canarias, en todas las acciones de la política de cohesión y de las áreas funcionales transfronterizas, aprovechando así mejor su potencial compartido.

Para todo ello es esencial poder racionalizar la política de cohesión para los beneficiarios mediante la simplificación y la flexibilidad en la aplicación de los fondos, que deben utilizarse para alcanzar sus objetivos. Garantizar normas claras y sencillas para los fondos de la UE, ejecutados en régimen de gestión compartida en un único reglamento.

Y por último, las mejores prácticas, las medidas políticas eficaces y la financiación específica deberían seguir funcionando también en el marco de la nueva política de cohesión. 

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