La Comisión Europea intercambia puntos de vista con el CESE sobre la iniciativa para el refuerzo del Diálogo Social

En el marco de una nueva Comunicación de la Comisión Europea, así como de una Recomendación del Consejo, sobre el fortalecimiento del diálogo social a nivel nacional y de la UE, se ha llevado a cabo una consulta al Comité Económico y Social Europeo(CESE), en el que UGT ha formado parte de la delegación del Comité que se ha reunido con el equipo del Comisario de Empleo, Nicolas Smidt.

La promoción del diálogo entre los interlocutores sociales es un objetivo común de la Unión y de los Estados miembros, y es un factor clave para la resiliencia económica, sanitaria y social, la competitividad, la equidad y el crecimiento sostenible. La crisis financiera mundial y la pandemia han demostrado que los países con marcos sólidos para el diálogo social y una alta cobertura de la negociación colectiva tienden a tener economías más competitivas y resilientes.

El diálogo social nacional está bajo presión en toda la UE y, en consecuencia, en varios Estados miembros los interlocutores sociales carecen de capacidades, no participan suficientemente en las reformas y la formulación de políticas pertinentes, o no pueden celebrar convenios colectivos, lo que afecta al equilibrio de intereses entre los interlocutores sociales, dificulta la búsqueda de soluciones equilibradas y la negociación de la evolución salarial.

Por su parte, aunque la mayoría de procesos e instrumentos del diálogo social europeo, queabarcan tanto los procesos bipartitos como los tripartitos entre los propios interlocutores sociales europeos y entre los interlocutores sociales y la Comisión, están firmemente establecidos, ha llegado el momento de hacer un balance y buscar formas de seguir reforzándolo.

Desde UGT, coincidimos con la Comisión en la necesidad de mejorar el diálogo social europeo, en particular para colmar la laguna de aplicación y, por tanto, acogemos con satisfacción sus esfuerzos por presentar una Comunicación que cumpla las promesas de reforzar un diálogo social oportuno y significativo en Europa, garantizando la implicación de los interlocutores sociales en la concepción, aplicación y seguimiento de las políticas que afectan al mundo del trabajo.

En este contexto, desde nuestra organización hemos presentado nuestras aportaciones en materia del reforzamiento del diálogo social mediante acciones como:

  • La construcción de una mayor capacidad de negociación de los interlocutores sociales y el establecimiento de procesos de negociación obligatorios que no puedan ser hurtados por la voluntad de una de las partes.
  • La proclamación de la fuerza jurídica vinculante del resultado de la negociación, necesitándose un ejercicio de clarificación del ámbito de aplicación, eficacia temporal y personas físicas y jurídicas obligadas.
  • La ampliación del derecho de iniciativa, para poder instar al diálogo o negociación más fácilmente y en un mayor número de procesos y ámbitos.
  • El perfeccionamiento de los marcos legales protectores, que reconozcan y protejan el derecho y que refuercen la vinculación obligatoria con los resultados de la negociación.
  • La implementación de una financiación adecuada y suficiente que garantice la independencia de los procesos y la aplicación generalizada y sin excepciones de los mismos.

Asimismo, y en consonancia con la postura de la CES, coincidimos que la Comunicación debería:

  • Establecer la promoción del diálogo social como indicador clave de resultados para cada Dirección General sobre la que se informe anualmente y respaldada por una red de personas de apoyo dedicadas, con recursos adecuados;
  • Desarrollar una herramienta para las evaluaciones de impacto del diálogo social a fin de garantizar que se han considerado todas las oportunidades para su promoción en la preparación y aplicación de la política pertinente;
  • Desarrollar y aplicar un sistema de alerta temprana y solución para cuando el diálogo social se niegue a nivel comunitario, sectorial o nacional;
  • Renovar los apoyos institucionales, además de garantizar un camino claro para que los interlocutores sociales intersectoriales y de la UE puedan desempeñar el papel que les otorgan los Tratados.

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