El Consejo adopta una Recomendación sobre una renta mínima adecuada

Esta Recomendación tiene por objeto luchar contra la pobreza y la exclusión social y perseguir altos niveles de empleo promoviendo una ayuda a la renta adecuada mediante una renta mínima, el acceso efectivo de las personas que carecen de recursos suficientes a servicios esenciales y de capacitación, y la promoción de la inserción laboral de aquellas personas que pueden trabajar.

Aunque todos los Estados miembros disponen de redes de seguridad social, los avances para lograr que sean accesibles y adecuadas han sido desiguales. Por lo tanto, el Consejo recomienda a los Estados miembros que desarrollen y, cuando sea necesario, refuercen unas redes de seguridad social sólidas, combinando una ayuda a la renta adecuada mediante prestaciones de renta mínima y otras prestaciones económicas complementarias con prestaciones en especie, y permitiendo acceder de manera efectiva a los servicios esenciales y de capacitación.

Se recomienda a los Estados miembros que establezcan el nivel de la renta mínima con una metodología transparente y sólida conforme a la legislación nacional, en la que participen las partes interesadas pertinentes, que tenga en cuenta las fuentes generales de ingresos, las necesidades específicas y la situación adversa de los hogares, la renta de un trabajador con salario bajo o con un salario mínimo, el nivel de vida y el poder adquisitivo, así como el nivel de los precios y su evolución.

Se recomienda asimismo a los Estados miembros que alcancen gradualmente el nivel adecuado de ayuda a la renta a más tardar en 2030, y que al mismo tiempo velen por la sostenibilidad de las finanzas públicas. Además, los Estados miembros deben revisar periódicamente y, cuando proceda, ajustar el nivel de la renta mínima para que siga siendo adecuada. En tiempos de recesión económica, la flexibilidad en el diseño de la renta mínima puede ser importante para mitigar las consecuencias sociales adversas y jugar un papel estabilizador en la economía.

Desde UGT, valoramos positivamente esta recomendación del Consejo, ya que consideramos que la renta mínima es un elemento clave para combatir la pobreza y la exclusión, y que contribuye a una recuperación sostenible e inclusiva, dando lugar a sociedades más equitativas, cohesionadas y resilientes. Sin embargo, consideramos que, sumada a la nueva directiva sobre salario mínimo, necesitamos una directiva sobre la renta mínima que garantice unos ingresos esenciales para todas las personas que les permitan disponer de los recursos económicos necesarios para vivir dignamente.

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