La Eurocámara pide claridad y unidad en la política hacia China

Ante el continuo ascenso de China como potencia política y económica en la escena mundial, los eurodiputados debatieron la necesidad de una estrategia coherente frente a la superpotencia.


El Jefe de la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, insistió en la necesidad de que la UE se muestre unida ante China.

No podemos hablar con una sola voz, ya que hay múltiples voces dentro de la UE, pero al menos tenemos que estar en la misma longitud de onda, dijo. Tras recordar que las relaciones de la UE con China han empeorado recientemente debido a las sanciones comunitarias, las dificultades con Lituania y las maniobras militares chinas en el Estrecho de Taiwán, subrayó que, aunque la UE y China están en modo rival, la UE debe seguir hablando con China. Debido a su enorme influencia en el mundo, no podemos dejar de hablar con ella porque no es una democracia, subrayó Borrell. China no es Rusia; es una superpotencia que está creciendo, especialmente en el sur del mundo. En lo que respecta a China, hay cuatro áreas de especial interés: los valores de la UE, la seguridad económica, Taiwán y Ucrania, concluyó.

La Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmó que el ascenso de China como actor político y económico internacional, así como los propios intereses de la UE, hacen aún más importante que Europa gestione su relación con Pekín. «Y para mí, eso demuestra que la disociación no es viable, deseable o incluso práctica para Europa. Pero está claro que es necesario que Europa trabaje para desvincular algunas partes importantes y sensibles de nuestra relación.» Europa debe forjarse un enfoque propio y diferenciado que también deje espacio para la cooperación con otros socios, afirmó. «Y el punto de partida para ello es la necesidad de tener una visión compartida y muy clara de los riesgos y las oportunidades de nuestra relación con China».

Los eurodiputados se mostraron unidos en su petición de una estrategia eficaz, coherente y unificada sobre China. No podemos ser beligerantes, pero nuestra política debe basarse en la reciprocidad, el respeto mutuo y el respeto del derecho internacional. La UE tiene que defender sus intereses y valores económicos. Algunos criticaron la reciente declaración del presidente francés Macron sobre Taiwán, considerándola ingenua al afirmar que Taiwán no concierne a Europa. También señalaron que la entrega de armas a Rusia y el cambio del statu quo sobre Taiwán no son aceptables para la UE. En el contexto de la opresión china de los uigures y otras minorías en la región de Xinjiang, algunos eurodiputados instaron a la UE a seguir presionando a Pekín para que respete los derechos humanos, afirmando que estos derechos no son una ocurrencia tardía en la política exterior de la UE, sino que constituyen el núcleo de la misma.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *