Informe de Eurofound «La pandemia del COVID-19 y la brecha de género en el trabajo y el hogar»

La Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo (Eurofound), cuyo objetivo es apoyar a las instituciones de la UE, a los Estados miembros y a los interlocutores sociales en la elaboración y aplicación de las políticas sociales y de empleo, ha publicado el informe “La pandemia del COVID-19 y la brecha de género en el trabajo y el hogar” que hoy os presentamos adaptado en formato resumen.

El COVID-19 ha acentuado las desigualdades en muchas dimensiones de las sociedades europeas, incluidas las desigualdades entre mujeres y hombres en varios ámbitos clave. Este informe examina las desigualdades de género existentes antes de la pandemiay describe de qué manera la pandemia ha repercutido en las divisiones de género. También analiza las diversas respuestas políticas de los gobiernos nacionales de toda la UE para abordar las divisiones de género y evitar que se amplíen durante la pandemia.

Los efectos de la pandemia en el empleo a nivel de la UE han sido generalmente neutros en cuanto al género, con matices que surgen dentro de los diferentes sectores y grupos socioeconómicos. Las diferencias de género preexistentes en el trabajo no remunerado han persistido, lo que ha provocado conflictos entre la vida laboral y la personal, especialmente entre las madres que teletrabajan.

Por último, el informe describe las perspectivas de las desigualdades de género en Europa, señalando los factores que configurarán el futuro de la igualdad entre mujeres y hombres: la segregación en los mercados laborales, las brechas en el teletrabajo y el trabajo híbrido, y la integración de la perspectiva de género en la elaboración de políticas, especialmente en relación con el cuidado y los servicios de atención.

Entre los principales resultados recogidos en el informe, nos parece oportuno señalar los siguientes:

  • Los roles tradicionales de género que presentan a las mujeres como cuidadoras principales siguen profundamente arraigados en las normas sociales y esto se refleja en el trabajo remunerado y no remunerado. Estas divisiones se traducen en continuas brechas de género en el mercado laboral y fuera de él, que aparecen en varios indicadores, como las condiciones de trabajo, la pobreza, el tiempo total de trabajo y el conflicto entre trabajo y vida.
  • El impacto de la pandemia en el mercado laboral fue notablemente neutro en cuanto al género a nivel de la UE, reflejando en parte la sobrerrepresentación de las mujeres en los sectores que se cerraron, pero también su concentración en los trabajos teletrabajables y en los sectores esenciales. Sin embargo, los resultados de la investigación muestran que durante la crisis del COVID-19, la pérdida de empleo para las mujeres ha sido más frecuente entre los trabajadores peor pagados, mientras que la pérdida de empleo para los hombres se ha distribuido más uniformemente.
  • Los conflictos entre el trabajo y la vida privada aumentaron drásticamente durante la pandemia, especialmente entre madres teletrabajadoras con hijos pequeños. A medida que Europa va saliendo de la pandemia, los responsables políticos deben tener en cuenta que las modalidades de trabajo voluntarias y flexibles también pueden suponer un aumento de la carga de trabajo no remunerado y una menor visibilidad en el lugar de trabajo, con consecuencias a largo plazo para la progresión profesional, el salario y las pensiones.
  • La crisis del COVID-19 ha puesto de manifiesto el papel fundamental de los servicios de cuidados en el apoyo a la participación de las mujeres en el mercado laboral, la seguridad financiera y el bienestar general.

Desde UGT, trabajamos para promover los derechos de las mujeres y la igualdad entre mujeres y hombres en el mercado laboral y en la sociedad en general, y entre nuestras prioridades se incluyengarantizar que la digitalización y las nuevas formas de trabajo tengan en cuenta las cuestiones de género y no perjudiquen a las trabajadoras, lograr la igualdad salarial y la independencia económica de las mujeres, la plena aplicación de la directiva sobre la conciliación de la vida laboral y familiar, poner fin a la violencia y el acoso por razón de género o la integración de la igualdad de género en todos los ámbitos políticos de la UE.

Uno de los avances más recientes a nivel europeo en materia de igualdad, que desde nuestro sindicato hemos venido exigiendo, ha sido la reciente aprobación de la Directiva sobre el equilibrio de género en los consejos de administración de las empresas que establece que, de aquí a 2026, al menos el 40 % de las personas administradoras no ejecutivas de las empresas cotizadas deben ser miembros del sexo menos representado, o en el caso de que los Estados miembros opten por aplicar las nuevas normas tanto a los administradores ejecutivos como a los no ejecutivos, el objetivo sería alcanzar el 33 %.

De igual forma, entendemos que es esencial que los Estados miembros apoyen la prestación de servicios asistenciales de alta calidad, accesibles y asequibles en todos los ámbitos, al mismo tiempo queaborden la escasez de personal, busquen un mayor reconocimiento del valor de los cuidados, tanto profesionales como no profesionales, y mejoren las condiciones de trabajo en estos sectores.

La recuperación pospandémica es una oportunidad para lograr un cambio real en las normas de género, los comportamientos y la innovación política, y será fundamental que los responsables políticos, de la mano de los interlocutores sociales, demos prioridad a las cuestiones de género, al tiempo que sigamos supervisando y evaluando los avances en la materia.

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