Acuerdo sobre una nueva norma contra el lavado verde en los mercados de bonos

Los negociadores de la UE alcanzaron el martes un acuerdo por el que se crea la primera norma de su clase para la emisión de bonos verdes.


La «Norma Europea de Bonos Verdes» (EUGBS, por sus siglas en inglés), que las empresas emisoras de un bono pueden optar por cumplir, permitirá principalmente a los inversores orientar sus inversiones con mayor confianza hacia tecnologías y empresas más sostenibles. También dará a la empresa emisora más seguridad de que su bono será adecuado para los inversores que busquen bonos verdes en su cartera. La norma se alinea con la legislación más horizontal sobre Taxonomía, que define qué actividades económicas pueden considerarse sostenibles desde el punto de vista medioambiental.

El acuerdo fue alcanzado por los negociadores del PE, encabezados por el ponente Paul Tang (S&D, NL), y la Presidencia sueca de la UE. Permitirá a los inversores identificar bonos y empresas verdes de alta calidad, reduciendo así el «lavado verde», aclarará a los emisores de bonos qué actividades económicas pueden llevarse a cabo con los ingresos de los bonos, establecerá un proceso claro de información sobre el uso de los ingresos de la venta de bonos y estandarizará el trabajo de verificación de los revisores externos, lo que mejorará la confianza en el proceso de revisión.

Transparencia

Todas las empresas que opten por utilizar la norma a la hora de comercializar un bono verde tendrán que revelar mucha información sobre cómo se utilizarán los ingresos del bono, pero también están obligadas a mostrar cómo esas inversiones se integran en los planes de transición de la empresa en su conjunto. La norma exige, por tanto, que las empresas estén inmersas en una transición ecológica general. La adopción de la norma también garantizará a los inversores que el bono está alineado con la taxonomía.

Los requisitos de divulgación, establecidos en formatos de plantilla, también podrán ser utilizados por las empresas emisoras de bonos que no puedan cumplir todos los requisitos para acogerse a la EUGBS. Estas empresas se someterían así a unos requisitos de transparencia ambiciosos y, como resultado, se beneficiarían de una mayor confianza entre los inversores.

Revisores externos

El reglamento establece un sistema de registro y un marco de supervisión para los revisores externos de los bonos verdes europeos, es decir, las entidades independientes encargadas de evaluar si un bono es verde. Igualmente importante, el reglamento estipula que cualquier conflicto de intereses real o incluso potencial se identifique, elimine o gestione adecuadamente, y se divulgue de forma transparente. Podrán elaborarse normas técnicas que especifiquen los criterios para evaluar la gestión de los conflictos de intereses.

Flexibilidad

Hasta que el marco de la taxonomía esté plenamente en marcha, los legisladores acordaron permitir que el 15% de los ingresos de un bono verde se invierta en actividades económicas que cumplan los requisitos de la taxonomía pero para las que aún no se hayan establecido criterios para determinar si esa actividad contribuye a un objetivo verde (criterios técnicos de selección).

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