El BCE fija como objetivo lanzar el euro digital en 2029 si la UE avanza en la legislación

El consejo del banco aprueba el paso a la siguiente fase, ya enfocada al desarrollo técnico de la moneda.


El euro digital sigue pasando pantallas, pendiente en todo caso de la pieza clave: la legislación. Mientras tanto, el BCE aprobó este miércoles en la reunión de su consejo de gobierno la transición de la fase preparatoria a la fase técnica. El banco tiene como objetivo lanzar la versión digital de la moneda única en 2029, en caso de que en 2026 las autoridades hayan aprobado la normativa pertinente. 

Con este nuevo paso adelante el consejo del banco responde a la petición de los líderes de la UE, que en la cumbre de octubre dieron un impulso clave a la moneda al aclarar la fórmula para determinar aspectos relevantes como el límite de tenencias. “Un euro digital preservará la libertad de elección de los europeos, la privacidad y protegerá la soberanía monetaria y la seguridad económica”, indica el BCE en su comunicación de este jueves, que también apela a la innovación en los pagos, la competitividad, la resiliencia ante catástrofes y la inclusión financiera. 

La realidad está siendo, en todo caso, compleja. Primero, por las reticencias del sector privado ante los costes de infraestructura de la iniciativa, temeroso además del riesgo de fuga de depósitos. Y también por un Parlamento Europeo que se está tomando la propuesta legislativa con una calma inusual. Pero la explosión del negocio de las stablecoins en Estados Unidos (critpodivisas ligadas a una divisa tradicional, como el dólar o el euro) está también obligando a apretar el paso. 

El BCE considera, de hecho, que la necesidad de un medio de pago público y digital complementario al efectivo es “urgente” a medida que evolucionan los métodos de pago. Pero ni siquiera garantiza que los trabajos se acaben concretando. “La decisión final de si emitir un euro digital, y en qué fecha, se tomará solo cuando la legislación se haya adoptado”, señala. En este sentido, el proceso depende primero de que el ponente del Parlamento Europeo, el español, Fernando Navarrete, presente su propuesta (que debería estar ya lista). No será hasta, probablemente, mayo cuando llegue la posición definitiva de la Eurocámara. Sin esto, los dos colegisladores de la UE (Consejo y Parlamento) no pueden sentarse a negociar la redacción definitiva de la norma. Dentro de la Eurocámara, el Partido Popular prefiere el desarrollo de una alternativa privada, la bancada de izquierda y los liberales defienden una solución pública. 

El BCE cierra así la fase de preparación para el desarrollo del euro digital que empezó en noviembre de 2023. Y en esta nueva etapa tendrá el foco en las capacidades técnicas (incluyendo la puesta en marcha de los sistemas y las pruebas piloto, que prevé para 2027), en la colaboración con proveedores de pagos, comerciantes y consumidores para detallar mecanismos de funcionamiento y analizar patrones de uso, y apoyará el proceso legislativo, ahora en manos del Parlamento Europeo. El banco ya ha presentado documentos con las posibles funcionalidades de la moneda, como pagar una compra online solo cuando la recibes o realizar transferencias condicionadas. 

Según el BCE, el coste del euro digital, sumando desarrollo y operaciones, dependerá de su diseño y servicios asociados, pero en los trabajos preparatorios los ha cifrado en 1.300 millones de euros para el lanzamiento y 320 millones anuales a partir de esa fecha prevista de 2029. Pero el coste para el sector privado ya es un foco de conflicto. El BCE estima que los costes podrían rondar entre los 4.000 y los 5.700 millones de euros, o entre 1.000 y 1.400 millones de euros anuales durante cuatro años, en línea con las previsiones de la Comisión, que sitúan los costes totales para los bancos de la eurozona entre los 2.800 y 5.400 millones de euros. Pero un reciente informe de PwC estima que el gasto que deberían asumir los bancos sería sensiblemente mayor, de unos 18.000 millones de euros. Una cifra, además, que podría elevarse a 30.000 millones si se incluyen también funcionalidades más complejas, como el pago offline

El banco también ha intentado mitigar el temor a una fuga de depósitos, es decir, que los ciudadanos saquen dinero de los bancos, en caso de turbulencias financieras, para obtener euros digitales, es decir, equivalentes a dinero en efectivo. La conclusión del banco es que el euro digital protege la estabilidad financiera pues, ante una situación de este tipo, el sistema estaría expuesto a una huida de depósitos hacia stablecoins del sector privado, casi todas denominadas en dólares. Igualmente, la llegada de Donald Trump ha agudizado la preocupación por la autonomía estratégica, y en el terreno de los pagos Europa es totalmente dependiente de las estadounidenses Visa y Mastercard.


Fuente: https://cincodias.elpais.com/mercados-financieros/2025-10-30/el-bce-fija-como-objetivo-lanzar-el-euro-digital-en-2029-si-la-ue-avanza-en-la-legislacion.html

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *