Bienvenidos a la jungla: redadas, detenciones y crisis de credibilidad de la UE
La investigación del «SEAE-gate» se encuentra aún en una fase inicial, pero las consecuencias políticas pueden estar ya fijadas. El caso subraya lo que los críticos califican de reticencia crónica de la UE a vigilar su propio sistema.
¿Hasta qué punto es corrupta la UE? La pregunta se hizo más apremiante el martes tras las redadas policiales de madrugada en el corazón de la UE y la detención de dos pilares de la política exterior de Bruselas.
Las autoridades belgas detuvieron a Federica Mogherini, ex jefa de la diplomacia de la UE, y a Stefano Sannino, uno de los más altos funcionarios de la Comisión Europea, sospechosos de fraude en la adjudicación de un importante contrato para una academia diplomática de la UE. Para muchos bruselenses, la noticia, adelantada por Euractiv, fue sorprendente: dos de los más veteranos de la ciudad se hallaban, de repente, en el centro de una investigación por corrupción.
Los fiscales europeos sospechan que ambos actuaron en connivencia para adjudicar un contrato público para una nueva academia diplomática de la UE al Colegio de Europa, del que Mogherini es rectora. El proyecto está financiado por el servicio exterior de la UE, que dirigía Mogherini, y donde Sannino ocupaba un alto cargo cuando se decidió la sede de la academia.
Las acusaciones -todavía no probadas- se hacen eco de los recientes escándalos de la UE: el asunto Qatargate y una investigación anterior sobre las actividades de lobby de Huawei, ambos implicando a legisladores europeos en ejercicio. Con la extrema derecha ganando terreno en gran parte del continente, el episodio juega a favor de las afirmaciones populistas de que Bruselas es tan autocomplaciente como egoísta.
«Esto no es algo que se pueda inventar», escribió en X el portavoz de Viktor Orbán, Zoltan Kovacs.
Jerarquía de la diplomacia europea
Para Mogherini y Sannino -dos diplomáticos italianos que han ascendido a lo más alto de la pirámide de la política exterior europea- las detenciones han supuesto un extraordinario revés de su fortuna. Ambos eran considerados figuras que habían dominado, si no definido, las silenciosas jerarquías de la diplomacia europea.
La Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) ya está investigando por separado a Sannino, acusado de utilizar su influencia en el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) para asignar cargos de responsabilidad a sus favoritos, según un alto funcionario de la UE y otras personas conocedoras de la investigación. Sannino fue secretario general del SEAE de 2021 a 2023, uno de los cargos públicos más poderosos de Bruselas.
Los lazos de Sannino con Mogherini son profundos. Fue embajador de Italia ante la UE cuando ella era ministra de Asuntos Exteriores en 2014. Más tarde se convirtió en el principal funcionario de su sucesora en el SEAE, reportando al socialista español Josep Borrell, quien asumió el cargo de máximo diplomático de la UE en 2019. Aunque estaba previsto que se jubilara el año pasado, Sannino fue nombrada en su lugar para dirigir una nueva dirección general que supervisa Oriente Medio, el Norte de África y el Golfo.
Hasta el momento la OLAF no ha dado ninguna señal de que haya encontrado irregularidades, y un portavoz declinó hacer comentarios.
Reticencia a la autovigilancia
La investigación se encuentra aún en una fase inicial, pero las consecuencias políticas pueden estar ya fijadas. El caso subraya lo que los críticos califican de reticencia crónica de la UE a vigilar su propio sistema. Tras el caso Qatargate, la propuesta de crear un órgano de ética más fuerte cobró impulso antes de ser frenada silenciosamente, sobre todo por el Partido Popular Europeo, de centroderecha.
Esta última investigación afecta más de cerca a los verdaderos centros de influencia de la UE. Los escándalos anteriores se centraron en el Parlamento Europeo, considerado la institución menos poderosa de la Unión. Esta vez se trata del Colegio de Europa, prestigiosa escuela de funcionarios y diplomáticos europeos, y del SEAE, que supervisa las delegaciones de la UE en todo el mundo. De demostrarse, las acusaciones afectarían al núcleo de la maquinaria diplomática de la UE, durante mucho tiempo aislada del escrutinio externo sostenido.
Mogherini, «una diosa»
Dentro del Colegio de Europa, del que Mogherini es rectora desde 2020, su influencia ha sido tanto política como personal. Un antiguo alumno la describió como «una diosa» dentro de la institución, afirmando que inyectó un ethos político en lo que durante mucho tiempo había sido un entorno mayoritariamente académico. Su mandato fue renovado por otros cinco años en 2024.
Mogherini también ha llamado la atención por asociaciones pasadas. En una ocasión formó parte del consejo de honor de una fundación dirigida por Pier Antonio Panzeri, figura clave en el escándalo Qatargate y antiguo legislador de su grupo político. Posteriormente declaró que desconocía las supuestas irregularidades de Panzeri y dimitió de la organización cuando salieron a la luz las acusaciones.
Su perfil volvió a elevarse en 2022, cuando Borrell inauguró la academia diplomática que se halla ahora el centro de las investigaciones, con sede en el Colegio de Europa, una iniciativa para cuya dirección fue elegida posteriormente Mogherini. El presupuesto inicial de dos años de la academia, casi 2 millones de euros, procedía del impulso de Borrell para ampliar la formación profesional de los diplomáticos de la UE.
En la inauguración, Borrell pronunció una de sus metáforas características: «El resto del mundo -y tú lo sabes muy bien, Federica- no es exactamente un jardín», dijo. «La mayor parte del resto del mundo es una jungla, y la jungla podría invadir el jardín».
Ahora está claro que la invasión no viene sólo de fuera de los muros de Europa, sino también de dentro de sus propios terrenos ajardinados. Un recordatorio de que la podredumbre se extiende más rápidamente cuando los jardineros dejan de vigilar.
Fuente: https://euractiv.es/news/welcome-to-the-jungle-raids-arrests-and-a-crisis-of-eu-credibility/

