Necesitamos más democracia en el trabajo para mejorar las condiciones de las personas trabajadoras

A pesar de la existencia de fuertes disposiciones contra la discriminación en los textos legales europeos, las desigualdades en Europa son persistentes e incluso crecientes. Más de 20 años después de la adopción del Tratado de Ámsterdam, todos los indicadores europeos y nacionales revelan la persistencia de las discriminaciones basadas en el origen étnico, la raza, el sexo, la orientación sexual, las opiniones y creencias, la discapacidad y la edad, en ámbitos como el empleo, el acceso a los bienes, la educación y también los servicios públicos y la protección social.

El Grupo de los Trabajadores ha celebrado una conferencia en París, en la sede del Consejo Económico y Social Francés, denominada «El futuro de la democracia en Europa«, en la cual ha participado Maricarmen Barrera, Secretaria de Políticas Europeas de UGT, exigiendo un reforzamiento de los organismos de igualdad y un mayor compromiso con las partes interesadas a todos los niveles.

Diferentes estudios muestran que la discriminación y represión sindical se han intensificado en los últimos años y, por ello, ha hecho especial hincapié en el papel fundamental de los sindicatos al frente de la lucha, sobre todo en el lugar de trabajo, y en que «la libertad sindical no es un derecho generalizado y hay que continuar exigiendo mejoras para que todos los trabajadores y trabajadoras puedan luchar por sus derechos y reivindicaciones».

La conferencia, en su sesión matinal, ha estado dedicada a las acciones que podrían emprenderse para erradicar este fenómeno. El debate ha sido moderado por Ozlem Yildirim, miembro del Grupo de los Trabajadores y ponente del dictamen sobre la mejora de la igualdad en la UE, y ha contado con la participación de varios oradores, entre ellos Claire Hédon, directora de la autoridad francesa de lucha contra la discriminación «Défenseur des Droits», Ludovic Voet, secretario confederal de la CES encargado de las cuestiones de discriminación, Sarah Ganty, investigadora en materia de derechos humanos, Céline Verzeletti, secretaria confederal de la CGT, Branislav Rugani, secretario confederal de la CGT-FO, y Ioannis Dimitrakopoulos, de la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE.

La sesión de la tarde se ha dedicado a una reflexión sobre la democracia participativa y los retos y oportunidades que puede representar para el Comité Económico y Social Europeo. Para ello, se han presentado dos estudios relevantes encargados por el CESE por sus respectivos autores. El debate ha sido moderado por Christophe Quarez, miembro del Grupo de los Trabajadores, y Albert Ritzenthaler, Presidente del grupo CFDT del Consejo Económico, Social y Medioambiental francés, ha presentado la perspectiva de este Consejo que ya se ha abierto a la participación ciudadana.

Este debate se ha enriquecido durante una última mesa redonda moderada por Franca Salis-Madinier, Vicepresidenta del Grupo de los Trabajadores. Durante este debate, varios ponentes han ofrecido más información sobre esta cuestión, entre ellos Petros Fassoulas, Secretario General del IME, Helmut Scholz, eurodiputado y autor de un informe sobre los diálogos y la participación de los ciudadanos en la toma de decisiones de la UE, y Marylise Léon, Secretaria General Adjunta del CFDT.

La conferencia ha sido inaugurada por Oliver Röpke, Presidente del Grupo de los Trabajadores, que ha pronunciado un discurso de bienvenida, y Thierry Beaudet, Presidente del Consejo Económico, Social y Medioambiental de Francia, que ha pronunciado un discurso introductorio.

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