Día Internacional del Trabajo Decente: crucial para una recuperación justa, eficiente y sostenible

El 7 de octubre se celebra el Día Internacional del Trabajo Decente, promovido por la Confederación Sindical Internacional que organiza actos en todo el mundo y en España.

Las recientes crisis han intensificado la precarización de las condiciones laborales y de abuso en todo el mundo, especialmente, las de los más vulnerables y, en este contexto, el plenario del Comité Económico y Social Europeo (CESE) ha aprobado el dictamen de UGT sobre el trabajo decente en el mundo, en el que exigimos la eliminación del trabajo forzoso e infantil, así como la creación de marcos normativos garantistas a nivel comunitario e internacional.

La crisis climática, la pandemia del COVID-19, los recientes avances tecnológicos y el auge de la economía colaborativa y de los contratos de cero horas han contribuido a mantener el trabajo decente fuera del alcance de millones de trabajadores en todo el mundo. Para abordar esta cuestión, la Comisión Europea presentó una Comunicación sobre el trabajo decente en todo el mundo en febrero de 2022.

En el 572º Pleno del CESE, celebrado en Bruselas los días 21 y 22 de septiembre, se aprobó el dictamen de UGT sobre el trabajo decente en el mundo sobre la Comunicación de la Comisión. Este dictamen, que puedes consultar más abajo, cuyo debate ha contado con la presencia, entre otros, de Heinz Werner Koller, Director Regional de la Oficina Regional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para Europa y Asia Central, Oliver Röpke, Presidente del Grupo de los Trabajadores del CESE o Mari Carmen Barrera, Secretaria de Políticas Europeas de UGT y ponente de opinión del mismo, presenta la contribución del CESE a la estrategia de la Comisión para promover el trabajo decente, no sólo en la UE sino en todo el mundo, en la cual:

• Consideramos muy importante la iniciativa de la Comisión de promover el trabajo decente en todos los sectores y ámbitos a nivel local y nacional, dentro y fuera de la UE, y recalcamos que la UE debe utilizar todas sus políticas.
• Es clave que la propuesta de la Comisión se base en los principios de la OIT, con la eliminación del trabajo infantil y del trabajo forzoso en el centro de estos esfuerzos apoyando un tratado vinculante de las Naciones Unidas sobre empresas y derechos humanos y un convenio de la OIT sobre el trabajo digno en todas las cadenas de suministro.
• Pedimos intensificar la nueva política comercial de la UE como uno de los motores del crecimiento económico, de manera que se cumpla el compromiso de respetar los derechos humanos internacionales en toda la cadena de suministro facilitando las importaciones procedentes de países cuyas empresas respeten los requisitos sociales, laborales y medioambientales.
• Apoyamos un marco obligatorio comunitario eficaz y coherente sobre la diligencia debida y la responsabilidad empresarial, subrayando que el trabajo digno no es solo una cuestión de empleo y protección social, sino también de gobernanza, que debe incluir el diálogo social con los interlocutores sociales en todos los niveles de la cadena global y en todas sus etapas.

Del mismo modo, María del Carmen Barrera, exigió a la UE a seguir reforzando su papel de líder socialmente responsable en el mundo, lo que supone un llamamiento a la justicia social en todo el mundo, pero también representa una condición para el desarrollo sostenible y el crecimiento económico.

La promoción del trabajo decente y la justicia social también está en el centro de las normas y las políticas de la OIT y, en este contexto, Heinz Werner Koller hizo referencia a la Constitución de la OIT de 1919, según las cuales «la paz duradera sólo puede establecerse si se basa en la justicia social«, que se debe lograr a través de espacios de colaboración donde estén presente sindicatos, empresarios, y sociedad civil como elementos fundamentales para garantizar el trabajo decente en toda la cadena de suministro y orientar y apoyar el desarrollo de nuevas normas eficaces.